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- 11/01/2016 01:00
Combustible y alimentos
Hace unos años se incrementó considerablemente el costo de los alimentos. La razón que alegaron los productores y comerciantes fue que el precio del petróleo había aumentado los costos. Ahora resulta todo lo contrario. El petróleo ha bajado a precios inimaginables y los alimentos siguen estando caros. Cierto es que la libre oferta y demanda es la que impera, pero tampoco debemos abusar de los consumidores. >p< La decisión del gobierno, cumpliendo una promesa de campaña, fue congelar los precios de algunos alimentos, medida que se extenderá por otros meses más. Lamentablemente, esa tampoco es la solución y es probable que sea esta medida lo que haya distorsionado todo el sistema. >p< Lo razonable no es congelar los precios, porque a la postre nadie ha visto que la medida le haya puesto los 58 dólares en el bolsillo, como se prometió en campaña. Lo razonable es que la libre oferta y demanda estabilice los precios y sean los consumidores los que manden. >p< El congelamiento de precios es una mala práctica. Ocurrió con los medicamentos hace algunos años. Hoy, producto de esa medida, tenemos precios exorbitantes en las medicinas. Aquí hay que analizar el tema con inteligencia y adoptar la mejor medida para bien de todos. Lo que no debemos hacer es seguir como estamos.