En los últimos días, nuestra sociedad ha salido en defensa de nuestra dignidad nacional. Su demostración se reflejó en apoyo a La Estrella de Panamá y El Siglo , como medios de comunicación social que llevan a diario informaciones independientes sobre el acontecer nacional. Pero el apoyo fue coyuntural y una excusa, porque hay un sentimiento de patria que a diario nos lo han querido matar. Este renacer del patriotismo que ha surgido nos ha de permitir una sociedad más organizada y más beligerante y permitirá que más voces se atrevan a pelear por sus derechos y su desarrollo. Los aportes del Canal, por ejemplo, todos saben que están allí, pero nadie siente a dónde van. Urge entonces crear un fondo especial que se maneje fuera del Presupuesto General del Estado y que se utilice específicamente para diversas obras en todo el país. No queremos más que todo ese dinero entre a la caja común, porque nadie siente que recibe un beneficio de ese bien por el que todos luchamos y muchos han dado su vida por esa vía acuática. Ya no queremos que nos impongan un país de pobres y que nos machaquen que debemos hacer filas para recibir jamones en Navidad. Queremos un país que nos permita progresar y engrosar la clase media, hacerla pujante y beligerante. Ya no queremos que aquí se construyan cárceles de máxima seguridad, en lugar de escuelas de alto rendimiento. Esta lucha que coincidió con la defensa de La Estrella de Panamá y El Siglo , marca el antes y el después de esa sociedad renovada que queremos.

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