Un país de servicios

El enfoque de nuestro país fue definido hace varias décadas: un país de servicios. Así nacieron la Zona Libre de Colón, el Centro Financiero Internacional, el registro de naves, el registro de sociedades, el Canal y su ampliación, el sistema portuario, el hub de las Américas, el sistema de telecomunicaciones, el turismo, y un largo etcétera. No fue una apuesta antojadiza. Fue una estrategia bien planeada que nos ha puesto en el mapa mundial y con mucho éxito. Hoy, empero, grandes potencias ven cómo a nosotros nos va bien, mientras ellos pierden competitividad. Nuestro deber no es seguir sus reglas, sino las nuestras. Fueron ellos los que inventaron estas formas de estructuraciones económicas; nosotros solo las hicimos más eficientes. No podemos permitir que ahora nos vengan a obligar a que tenemos que cambiar nuestro sistema de servicios y encima con una infame campaña de desprestigio internacional. Hoy necesitamos de todos los panameños y extranjeros miembros de esta sociedad, porque hay que pararse firme ante esta ola agresiva y defender nuestro sistema económico por el bien del país. Nuestros servicios son la esencia de nuestra economía. No somos un país industrializado y mucho menos somos competitivos en materia agrícola. Hay que defender lo que nos trazamos como país y pararnos firmes frente a estas agresiones externas.