• 20/02/2017 01:00

Desconfianza y solución

Es un problema arraigado por años, donde todo gira alrededor del Ejecutivo

Una de las columnas vertebrales de una nación es su sistema de justicia. Si este está bien cimentado, el país andará bien; si, por el contrario, está levantado sobre arena movediza, entonces el país andará mal. Es el caso de Panamá. Cuando Guillermo Endara, Ricardo Arias Calderón y Guillermo Ford (q.e.p.d) tomaron el control del poder en 1989, nombraron lo que denominaron la ‘Corte de Lujo'. Lamentablemente este intento de establecer pilares sólidos en nuestro sistema de justicia fue solo un intento fallido, porque allí empezó el problema. Incluso, uno de esos magistrados de lujo fue grabado pidiendo una ayuda a un empresario. Para arreglar el problema hay que reformar el método de selección de magistrados, y entre los requisitos hay que elevar la edad de los candidatos a por lo menos 55 años y que el cargo sea no menor de 25 años o vitalicio. Hoy la Corte Suprema de Justicia depende del querer del Ejecutivo. Incluso, la Constitución claramente dice qué presupuesto debe asignarse, pero la realidad es que cada año, el ministro del MEF es quien decide qué va y qué no va en el Judicial. Es un problema arraigado por años, donde todo gira alrededor del Ejecutivo. Hoy hay quienes se dan golpes de pecho promoviendo comisiones independientes de investigación, pero nada hacen por ayudar a cimentar una justicia realmente efectiva y justa. Lo primero que hay que hacer es fomentar confianza y crear las condiciones para que solucionemos el problema de una vez por todas, en lugar de apagar fuegos por casos de moda.

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