Una oportunidad para Panamá

La globalización nos hizo un mundo más cercano y hoy, productos que antes eran desconocidos, aparecen en los anaqueles de nuestros supermercados. Pero la globalización también nos trajo el consumismo desmedido y la avaricia, la gula y la voracidad nos corrompió las autoridades, amén de que los grandes capitales se han hecho más grandes y la clase media ha sido claramente afectada. Pero la historia nos da cuenta de que la humanidad evoluciona y es esa evolución en la que debemos participar, para que nuestra importancia como país sea más que nuestra posición geográfica; un país desarrollado, con liderazgo, con equidad, culto y con seguridad jurídica. Entramos en un proceso electoral y en un año tenemos un nuevo Gobierno. Por delante tenemos un continente dispar, donde no hay un líder que oriente, que guíe, que resuelva las cuestiones comunes. Solo basta repasar quiénes gobiernan desde Estados Unidos hasta Brasil. Este repaso nos pone en perspectiva el tipo de liderazgo que debemos escoger en el 19. América necesita un liderazgo claro y ese hombre o mujer que debemos elegir en el 19, puede y debe llenar ese vacío continental. Porque gobernar Panamá significa poner el país por encima de todo. Nosotros logramos recuperar el Canal sin disparar un solo tiro y contamos con el respaldo de muchas naciones alrededor del mundo, porque había una política exterior que estaba bien pensada, estructurada y con el claro objetivo de velar por los intereses patrios. Esta elección del 19 hay que ponerla en perspectiva y no debemos fallar. El mundo nos mira y solo hay que preguntarse ¿cuántos de los precandidatos tienen la capacidad de sobresalir en el mundo y no ser otro más del montón?