Bribonadas políticas

Es harto conocido que la Asamblea Legislativa ha estado subyugada al Ejecutivo. En pocas palabras, el Ejecutivo siempre ha comprado a los diputados. Como ahora los diputados de oposición, por estrategia política, se alejaron del gobierno que ya huele a pasado, entonces desde el Ejecutivo se ha emprendido un cuestionamiento contra la Asamblea Nacional, acusándolos de bribones, porque pelechan con los dineros públicos. Pero resulta que el dinero lo da el Ejecutivo y está aprobado en el presupuesto general del Estado. Lo que ocurre hoy es una soberana bribonada política, porque lo que está en juego es el control de la Asamblea el 1 de julio. Ahora, la realidad es que el sistema político panameño está corrupto y la solución hoy no es cerrando la Asamblea ni hacerla rendir a los pies del Ejecutivo. La solución está en cambiar la forma de elegir a los diputados que compondrán la nueva Asamblea y para ello se requiere un cambio constitucional. Nadie duda de que la Asamblea está compuesta por diputados que salen electos por el clientelismo y todos, absolutamente todos, oficialistas y opositores, hicieron uso de los recursos que les proveyó el gobierno a fin de que les aprobara lo que quisiera. Si los diputados se rinden al Ejecutivo, lo más seguro es que no haya ninguna auditoría contra ellos, porque al final esas auditorías deberán llegar al MEF y de allí a la propia Presidencia de la República. Pero esta bribonada política tiene que parar, porque está afectando el desempeño de todo el país. Lo que se necesitan son consensos y diálogos, porque peleando pierde todo Panamá.