Cuando los intereses son primero

Cuando se emprendió la política de privatización en los primeros años de la década de los 90 del siglo pasado, el Estado panameño no tenía la capacidad para enfrentar la modernización de estas empresas. En el Gobierno de Endara se empezó este proceso que varió durante la gestión de Pérez Balladares, quien siguió la privatización, pero mantuvo al Estado como socio de las nuevas empresas. En ese período también se creó el Ente Regulador de los Servicios Públicos, pero con la llegada de la gestión de Mireya Moscoso, se modificó la ley del Ente para sacar a los regentes y poner los suyos. Así llegamos hoy a la Autoridad de los Servicios Públicos, ente que lejos de velar por los intereses de la sociedad, vela por los intereses de los empresarios. Al extremo ha llegado de que hasta sugiere un impuesto por el uso del Sol como energía en los hogares. Pero todo esto ocurrió y ocurre por el sistema corrupto de los diputados circuitales, ya que el clientelismo es una condición intrínseca. Es por eso que el sistema de elección de diputados debe cambiar por uno que, aunque no sea perfecto, por lo menos frenaría ese esquema de clientelismo que nos atiborra hoy. Una Asamblea compuesta con diputados honorables no se habría prestado para cambiar leyes por capricho y mucho menos una figura como la que dirige la ASEP estaría pensando en cobrar por el Sol para defender los intereses empresariales. ¡Eso hay que cambiarlo ya!