Descentralización como debe ser

El centralismo gubernamental ya está en su fase terminal y es necesario que cada región se maneje de forma autónoma. Ya es hora de que Panamá cambie este modelo político en el que todo cuanto se mueve en el país converge en el gobernante de turno. Por eso las reformas al Estado son más profundas que solo el aspecto judicial o legislativo. Lo que hay no funciona y es en este sentido que cabe trazar una hoja de ruta desde la Concertación Nacional. La descentralización puesta en marcha por el presidente Varela es un paso, pero lejos de cumplir la función que corresponde, lo que hace es inyectar dinero a los municipios, pero la comunidad no siente un cambio, salvo las nuevas familias que entran a laborar en la ubre del Estado. En pocas palabras, el dinero de la descentralización se gasta en planilla y en autos, pero no hay en obras para la comunidad. La descentralización debe contemplar el manejo de toda la infraestructura distrital, todos los servicios públicos y la educación. Justificar no hacerlo porque la población no está preparada es el eterno cuento de décadas. Continuar con un sistema perverso como es la centralización de todo cuanto pasa en el país, es ser mezquino y egoísta. Hay que dar el paso más allá, involucrar a la gente y en solo una década se verán los resultados. Es mentira que el ministro del MOP o el de Educación van a pensar mejor que los dirigentes de las diversas comunidades sobre las prioridades para su región. Hay que hacer una descentralización como debe ser y el país empieza a cambiar de inmediato.