• 12/08/2019 02:00

La hora de decidir

Este pequeño país está a un paso de que emerja ese tipo de liderazgo que nadie sabe hacia dónde lo va a llevar, a menos que el gobierno siente a todas las partes

La sociedad panameña está asqueada de la podredumbre en los tres Órganos del Estado, pero carece de un liderazgo fuerte que la oriente por nuevos caminos, y es allí donde se cierne la incertidumbre por el futuro. Y es que los sistemas presidencialistas no funcionan porque centralizan tanto el poder que terminan cayendo en las garras de la corrupción. Esta degeneración, que ya la vive Panamá hoy, está en vísperas del segundo paso, que consiste en la toma del poder por un liderazgo emergente, pero que nadie sabe cuál será ni hacia dónde llevará al país. Un ejemplo es el caso de México, donde por décadas la sociedad rechazó a López Obrador y terminó eligiéndolo hace poco con una mayoría absoluta de votos, pero ahora el futuro es incierto en ese país. Brasil se sacó del bolsillo a un Bolsonaro y hoy hasta la Amazonía peligra. Singapur optó por una dictadura y mucha gente alaba a ese país y le sorprende el nivel económico alcanzado. Pero cuando Lee Kuan Yew tomó el poder, diseñó un amplio programa de reformas para sacar a Singapur de lo que él describió como ‘el pozo negro de la miseria y la degradación'. Impulsó una política social que fue de la mano de un estricto control de la vida privada y la supresión de libertades individuales. Incluso había órdenes explícitas sobre cómo ser corteses y hasta cómo limpiar el excusado. ¿Qué pasa con Panamá? Este pequeño país está a un paso de que emerja ese tipo de liderazgo que nadie sabe hacia dónde lo va a llevar, a menos que el gobierno siente a todas las partes y evite una implosión social por la agitación que cada grupo impulsa para proteger sus intereses. ¡Es hora de decidir!

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