• 16/02/2020 04:00

Inglaterra y Panamá

Opinión editorial del 16 de febrero de 2020

Panamá es un país bendecido por su ubicación estratégica. Esa posición la hace atractiva para otras naciones, pero Panamá debe analizar muy bien con quién se alía. Desde hace años la Unión Europea está golpeando a Panamá y la mete en su lista negra de paraíso fiscal. Desgraciadamente, el Gobierno del expresidente Juan Carlos Varela fue muy tibio en su reacción y dejó que humillaran a Panamá, en especial Francia. Por más leyes que se aprueben, se haya desmantelado el negocio de las “offshore” y se estén imponiendo requisitos a los bancos y abogados, la realidad es que la Unión Europea sigue metiéndonos en listas negras. Esta decisión incongruente y malintencionada, amerita que Panamá voltee la mirada hacia otros países con los que puede fortalecer sus relaciones diplomáticas, comerciales y culturales. Si la Unión Europea quiere ser un socio con garrote, los panameños no tenemos que seguir su juego. Inglaterra acaba de dar un paso muy serio al salirse de la Unión Europea y esta, con su arrogancia y desprecio, anuncia acciones ejemplarizantes para impedir que cualquier otro socio de la Unión se atreva a imitar semejante irreverencia. Panamá debe darse a respetar y así como la Unión Europea nos sanciona, Panamá puede hacer lo propio con las empresas de los países de la Unión que hacen negocio en este país canalero. Paralelamente, Panamá tiene la oportunidad de formar un bloque sólido con Inglaterra, país con el que tiene muchos intereses en común. Ya basta de tanta arrogancia y humillación; hay que darse a respetar, porque es la Unión Europea la que hace negocios con Panamá, no Panamá con la Unión Europea. ¡Así de simple!

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