La nueva educación

El mundo está inmerso en la cuarta revolución industrial o revolución digital que, como plantea Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, los avances tecnológicos abarcan amplios campos como la inteligencia artificial, la robótica, el internet de las cosas, los vehículos autónomos, la impresión 3D, la nanotecnología, la biotecnología, la ciencia de los materiales, el almacenamiento de energía y la computación cuántica, por mencionar algunos. ¿Hacia dónde debe ir la nueva educación panameña? Si se analiza con rigurosidad esta realidad que ya está en nuestro mundo ¿seguir con la polémica de aumento de sueldos, escuelas sin reparar o consignas de sin lucha no hay victoria, es lo que cabe? Desde el año pasado la Unesco lanzó una iniciativa sobre el futuro de la educación y se espera determinar cómo el conocimiento y el aprendizaje pueden dar forma al futuro de la humanidad en un contexto de creciente complejidad, incertidumbre y precariedad. La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, afirmó que el proyecto, que debe estar listo en 2021, propiciará “una conversación global, así como un informe sobre el futuro de la educación basado en las diversas y fructíferas formas de aprendizaje que se practican en todo el mundo, decididamente orientadas hacia el futuro, pero basadas en los derechos humanos y al servicio de la dignidad de todos”. Pero lo que no se puede soslayar es lo que planteó el profesor Arjun Appadurai, de la universidad de Nueva York, quien subrayó que “construir la capacidad de los jóvenes, los pobres y los marginados para imaginar, anticiparse y tener aspiraciones será una tarea vital para los educadores en las próximas décadas”. ¿Cómo se prepara Panamá frente a esta nueva realidad?