La partida de Cardenal

A los 95 años de edad, Ernesto Cardenal dejó este mundo. El denominado “poeta del universo”, deja un gran vacío en Latinoamérica, porque quizás era el poeta viviente más importante de la región. Galardonado en todo el mundo, Cardenal logró que el Vaticano, a través del papa Francisco, lo absolviera “de todas las censuras canónicas” que le impuso el papa Juan Pablo II, cuando lo suspendió “A divinis”, por mezclar la religión con la revolución sandinista. Pero, aunque hizo las paces con la jerarquía católica, Cardenal partió sin un acuerdo nacional y enemistado con Daniel Ortega, con quien luchó contra la dictadura de Somoza, pero ahora en el poder, el presidente de Nicaragua con sus decisiones equivocadas, ha provocado una crisis monumental que ha dejado cientos de presos, muertos o desaparecidos. “Ernesto Cardenal concentraba en él dos rasgos esenciales de la identidad nicaragüense: el espíritu de lucha por el país amado y el amor por la poesía. Sus poemas de juventud, sobre todo sus epigramas, son lo mismo poemas de amor que filosas condenas contra la dictadura de Somoza”, reseñó la también poetisa nicaragüense Gioconda Belli. Hasta luego, poeta; hasta luego, Ernesto. El mundo te recordará como el sacerdote rebelde y revolucionario y siempre te admiraremos, porque como un día afirmaste: “Desde los profetas, la poesía es anuncio y denuncia”.