• 17/04/2020 00:00

Educación virtual

Opinión editorial del 17 de abril de 2020

No es la primera vez que Panamá se ve sometida a una situación donde las clases tienen que ser suspendidas por un tiempo. Ha llegado, incluso, a cerrar el año escolar con tres bimestres (como era la modalidad en aquellas épocas). Hoy el país está sometido a una pandemia con efectos mundiales y esto ha obligado a suspender las clases. Por el avance de la tecnología, surgió la posibilidad de impartir clases virtuales. Sin embargo, la realidad es que la inmensa mayoría de las escuelas y colegios no tienen la capacidad para impartir estas clases por módulos virtuales. Lo más sensato era suspender el inicio del año escolar y esperar. Hay unas escuelas, empero, que, por su horario internacional, estaban en el tercer trimestre, razón por la cual la modalidad virtual le es útil, además de que incluso podrían culminar el año con los dos trimestres aprobados, aunque no ha sido el caso. Es cierto que esta modalidad se puede aplicar, pero la mayoría del cuerpo docente no está entrenado para la educación virtual. Además, el Ministerio de Educación no dispone de un estudio serio para determinar cuántos educandos poseen computadoras o servicios de internet, sin hablar de la electricidad. Lo más sensato es que las clases reinicien el mes de junio, si es que el coronavirus lo permite y mientras tanto, los padres de familia deben aprovechar la oportunidad para convivir con sus hijos, enseñarles a cocinar, a cuidar las plantas, a leer, a enseñarles valores y, sobre todo, a vivir en familia, porque, como dice el refranero: “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”.

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