• 06/04/2022 00:00

Comparaciones ingratas

“Un país se hace grande cuando a todos, sean universitarios o no, se les valora en su trabajo”

“La práctica hace al maestro” es un viejo dicho, que resume que el trabajo constante termina haciendo a un experto. En estos días, con las negociaciones entre el Suntracs y la Capac, muchos compararon los sueldos de los obreros de la construcción con los de profesionales salidos de universidades y con un menosprecio injustificado se preguntan ¿cómo es posible que estos obreros ganen tan buen salario, muchísimo mejor que ese que se quemó las pestañas estudiando? La comparación, además de odiosa es ridícula, porque pone como más importante el graduado en la academia que el experto en la construcción. Es decir, que un cirujano, por ser cirujano, es superior a un soldador. Cierto es que un cirujano tiene todo el derecho a que le paguen bien por su trabajo, pero no significa que esté por encima de lo que hace un soldador. Se necesita mucha práctica para hacer una cirugía a corazón abierto, pero también mucha práctica para unir dos vigas en las alturas y que estas soporten el peso de toda una estructura y sea segura para la gente. El cirujano estudió en la academia y el soldador se esmeró practicando para convertirse en experto en lo que hace. Cualquiera puede recetar en la casa, pero eso no lo hace médico. Cualquiera puede experimentar soldando verjas, pero eso no lo hace un experto soldador. Seguir con esas comparación que denigran a los que son expertos con la práctica, haciéndolos menos comparado con el que estudió en la universidad es ruin y estúpido. Un país se hace grande cuando a todos, sean universitarios o no, se les valora en su trabajo. Y se hace pequeño cuando imponen quién vale más que otro. ¡Así de simple!

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