Crisis de desconfianza

Lo que ocurre en el Perú es el reflejo de lo que sucede en Latinoamérica. Es una crisis de desconfianza en todo el sentido de la palabra y que abarca a toda la sociedad. No es Pedro Castillo; es el Congreso y todos los políticos en general. Sociedades que han atravesado por estas situaciones en los últimos 50 años, han tenido que pasar por el trago amargo de la dictadura para encontrar el rumbo hacia el desarrollo. Es el caso de Corea del Sur y Singapur, y China, que va por ese mismo camino. Pero Latinoamérica puede tener una salida, si hay voluntad política entre todos los actores. Se trata de llegar a acuerdos para un cambio constitucional que engendre un nuevo sistema de pesos y contrapesos. El problema hoy con el presidencialismo es que se eligen reyes de cinco años, cuyo único afán son tres cosas: echarle tierra y desprestigiar el Gobierno anterior; hacer los cambios para quedarse en el poder más de cinco años y, la más importante, llenarse los bolsillos. Esto ha generado una crisis de desconfianza tal, que los llamados “más necesitados” están hartos de que a ellos no les toque esa riqueza que otros disfrutan y no les importa a la hora de manifestarse. Destruyen todo a su paso, para demostrar su ira y su descontento. Hay que mirar lo que pasa en el Perú, porque ese pueblo peruano profundo, ya se cansó. Un acuerdo nacional se impone. ¡Así de simple!