Lucha por el poder

Muchas fortunas se han hecho alrededor de la cosa pública y bajo esa premisa es que se puede entender cómo los grupos económicos entronizados en lo político, son capaces de cualquier cosa por el poder. Hasta hoy, ningún candidato presidencial como figura, exceptuando a Martinelli, llega al 20 por ciento. Entre todos los candidatos -nuevamente sin Martinelli- se lleva una ventaja de 10 puntos. Todo lo anterior lleva a concluir que quien gane entre ellos, no superará el 30 por ciento. Significa que el 70 por ciento de los ciudadanos no lo favoreció. Frente a esa realidad en nuestra historia política, es lógico y necesario un inmediato acuerdo nacional, aunque aquí el gran peligro son los egos. Porque con ese promedio tan bajo para el triunfo se prevé que pasado el cinco de mayo seguirá la contienda, pero la informal. Es decir, la del “golpe de Estado suave” y es por ello necesario ese acuerdo nacional. Y es que la avaricia nos puede conducir a un fracaso como sociedad. Cada día hay más desunión, desconfianza y odio. Tenemos que reencontrarnos y fomentar un clima de tranquilidad y optimismo que nos conduzca al desarrollo. Hay que luchar por una mejor sociedad, porque entrar en la vorágine del descontrol y el pesimismo es ir directo al precipicio. ¡Así de simple!