- 12/09/2020 00:00
La salud mental de los adolescentes afectada por la pandemia COVID-19
La nueva realidad nos afecta a todos. No es la primera vez que la humanidad se enfrenta a una pandemia y no tendría por qué ser la primera no superada. Con los claroscuros que nos plantea el futuro inmediato, vale la pena pensar en los más jóvenes y la manera en que la misma impacta sus vidas, desde el punto de vista de su salud mental.
Pandemia, nueva normalidad, medidas de bioseguridad, estadísticas de la COVID-19, son factores que nos impactan a todos a diario de una u otra manera, en especial a los adolescentes; de acuerdo con António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, el bienestar psicológico tiene que ocupar un lugar central en las políticas de respuesta de la crisis de la COVID-19: “Si no actuamos pronto, podríamos tener que afrontar también una seria crisis de salud mental”.
Un reciente estudio de la Unicef, publicado el 19 de junio de 2020, muestra que los adolescentes y los jóvenes también necesitan atención, no solo porque el desarrollo de la salud mental se presenta durante esta etapa de la vida en toda persona, sino también por la percepción que estos puedan tener sobre el futuro. En estos tiempos de pandemia se puede mencionar que los temas más importantes para ellos son la salud de su familia, el cierre de las escuelas y universidades, las costumbres diarias y el intercambio interpersonal entre amigos y familiares. Otro estudio global de la Unicef muestra sobre los contenidos en internet e interacciones en redes sociales sobre la salud mental en los adolescentes, el cual prueba un incremento de un 11 a un 31 % de las conversaciones relacionadas con la ansiedad durante la pandemia.
Es muy común que las personas, durante la pandemia, se sientan estresadas, ansiosas y preocupadas; por consiguiente, entre los adolescentes, muchas de las respuestas psicológicas a la COVID-19, según Unicef, son el miedo a enfermar, la pérdida de un ser querido, así como también los sentimientos de fastidio, cansancio, tristeza y soledad debido a la cuarentena.
Otra de las causas es que responsabilizan a los adolescentes durante la pandemia de la COVID-19 por las actitudes irresponsables de salir en horas no adecuadas, durante los toques de queda en la cuarentena y el estricto cuidado que deben tener al salir, para no ser fuente de contagio para sus familiares o adultos mayores, olvidando por completo que este rango de edad, de 10 a 19 años, es uno de los más afectadas por la crisis del coronavirus, según fuentes de la adolescencia y juventud de Unicef.
Unicef en Panamá realizó una encuesta de la situación de las familias con niños, niñas y adolescentes durante la COVID-19 en Panamá, y la misma refleja que el 77 % de los hogares declaró perder parcial o totalmente sus ingresos a causa de la COVID-19; además de que uno de cada tres hogares declaró no contar con los recursos económicos necesarios para suplir sus necesidades básicas y uno de cada tres hogares declaró que se presentaron conflictos.
Cabe destacar que, a pesar de toda la situación de pandemia que vivimos, por experiencia en las crisis humanitarias, la mayoría de los adolescentes reflejan una alta capacidad de resiliencia para vencer acontecimientos estresantes y traumáticos, como los que podemos estar experimentando en estos momentos, sin necesariamente desarrollar problemas de salud mental a largo plazo. Sin embargo, esta facultad de los adolescentes no elimina la necesidad de acompañarlos en la expresión de sus emociones; así como detectar, con mayor rapidez, cualquier problema que haya podido surgir durante el confinamiento y ayudarles a recuperarse, y ser proactivos.
La autora es estudiante de maestría en Gerencia Estratégica de la Universidad Interamericana de Panamá.