100 para los 70, ¿precepto constitucional?

PERIODISTA

El quinto mandamiento en Deuteronomio dice: Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que el Señor tu Dios te da. En la Iglesia Católica, aparece como cuarto, y dice simplemente: Honrar Padre y Madre. En Deuteronomio es el único mandamiento que tiene premio. En la Iglesia Católica, es escueto.

Una visión es que este mandamiento marca la transición del servicio, el respeto y amor a Dios, los primeros cuatro mandamientos, después a los padres y de ahí al resto de la sociedad. Yo soy escéptico. Creo que toda norma nace después de una infracción. Creo que, a pesar de que nos dicen que los ancianos eran respetados antiguamente, se daban muchos casos de abandono de los mismos. Por eso la norma elevada al rango de mandamiento de Dios.

Hasta ahí va bien la relación con los padres. Muchos ven con buenos ojos el Programa 100 para los 70, de subsidio a ancianos mayores de 70 años sin ingresos conocidos, como un alivio a su pobreza en la edad en la que las fuerzas no alcanzan muchas veces ni para caminar. Otros lo ven como el pase de una responsabilidad a la sociedad por parte de los empresarios que no pagaron seguridad social a sus trabajadores, sobre todo en el campo. O de aquellos inempleables, que sobrevivieron practicando la modalidad conocida como empleo por cuenta propia.

Ahora se trata de llevar a norma constitucional este subsidio. Casi, como el mandamiento con el que empezamos este artículo. Tal como nos quieren poner la pena de muerte. ¿Será que tenemos sueltos a algunos que leyeron el Antiguo Testamento y andan sacando normas de ahí? Si es así, me dicen nomas, porque tengo muchas sugerencias al respecto. Ya verán lo que sería un Estado Teológico. Si no me crees, mira los estados musulmanes donde se practica la Sharía, la Ley Islámica. Al que roba, le cortan la mano derecha.

En serio. Me parece bien la solidaridad intergeneracional, sobre todo con los más desposeídos. Pero ojo, siempre hay vivos. Hace dos semanas desayuné con un compañero de colegio secundario al que no frecuentaba hace años, que me contaba que sus suegros vendieron por Pedasí una finca en un millón de dólares, y ambos reciben 100 para los 70.

En otros países existe la pensión social mínima. ¿Por qué no se hace como un aporte extra al Seguro Social para que estos dineros financien esos gastos, en lugar de hacerlo un ministerio de línea? La manera de hacerlo no es tan complicada.

Es más, podría iniciarse un censo de trabajadores no asegurados, de manera tal que podamos tener una idea del impacto futuro en las finanzas públicas de esas políticas. Establecer políticas de atención de los hijos a los padres. Quienes no puedan acreditar que tienen parientes con capacidad de sostén, entonces pasen a recibir un subsidio que de lejos, es insuficiente para cubrir las necesidades mínimas. ¿Es necesario, entonces, elevar los subsidios a rango constitucional? Creo que no.