• 30/10/2011 03:00

Empujón final

CONTADOR PÚBLICO.. F ue en octubre de 1987 cuando la Cruzada Civilista Nacional convocó al pueblo a las calles, con la idea de un ‘empu...

CONTADOR PÚBLICO.

F ue en octubre de 1987 cuando la Cruzada Civilista Nacional convocó al pueblo a las calles, con la idea de un ‘empujón final’ que supuestamente daría al traste con la dictadura militar. La represión del régimen se hizo presente. El local del Partido Acción Popular (PAPO), que presidia el innegable demócrata Dr. Carlos Iván Zúñiga (q.e.p.d.), fue allanado por el tenebroso G—2. En el mismo fueron secuestrados Roberto Arosemena, José I. Blandón Figueroa, Ernesto Vega, Francisco Rodríguez y quien suscribe. El día del empujón, en una de las celdas de la Cárcel Modelo, junto a 45 panameños civilistas, hicimos valer la consiga ‘donde quiera que te encuentres, haz valer tu protesta’.

Nuestro delito: exigir una Constituyente originaria y organizar el Movimiento Civilista Popular. No obstante, los periódicos de la dictadura, tutelada por el testaferro Carlos Núñez, nos incriminaron acciones terroristas, como derribar el edificio AVESA, matar gringos y echarle la culpa a la Fuerza de Defensa. Todo esto coordinado por un supuesto ‘Grupo Modelo’, integrado por tránsfugas del Frente empresarial del PRD, cobijados en la Cruzada Civilista. Fue entonces cuando sin juicio y sin defensa alguna, fuimos todos enviados al penal de Coiba.

Superados los tormentos y suplicios durante nuestro secuestro, una vez liberados, pudimos despejar la patraña levantada contra nosotros, al conocer que el denominado ‘Grupo Modelo’ era copatrocinado por el señor Gabriel Lewis Galindo, asociado a personas con vínculo familiar y/o empresarial.

Como quiera que nuestra lucha fuera por una ‘Constituyente originaria’, siempre advertimos el protagonismo del aludido grupo, en los gobiernos postinvasión. Hoy, veinticuatro años después, haciendo una retrospección, la presencia del ‘Grupo Modelo’ es evidente.

La incipiente democracia con el panameñismo en el poder hace resurgir al PRD, otrora partido del grupo en cuestión. Sin piso y sin techo, estos tránsfugas se ven obligados a formar nuevos colectivos partidista. A partir de ese escenario, el utópico propósito del grupo de empresarios políticos fue desbancar al panameñismo y al PRD.

Vimos entonces como el tránsfuga Alberto Vallarino, con el apoyo del improvisado ‘Partido Civilista Nacional’ y la experimentada Democracia Cristiana llega a desafiar y enfrentar al panameñismo y al PRD. En un segundo acto, advertimos como el ex presidente y tránsfuga Guillermo Endara, bajo la candidatura del partido ‘Solidaridad’, fue llevado a retar al panameñismo, mientras por otro lado, el tránsfuga Samuel Lewis Navarro, llegado de ‘Solidaridad’, resultaba el vicepresidente del PRD, con el respaldo de la antedicha Democracia Cristiana.

El entronque del grupo y afinidad empresarial sigue latente. Representados en el PRD, aun queda pendiente el control panameñista, en el cual ya están representados.

Y como siempre, el mayoritario elector nada advierte. Su miseria moral y económica, inculcada por los politicastros criollos, le ha negado el derecho a pensar. La chequera del clientelismo y las dádivas tiene el control. El resultado es conocido, Los cuerdos fuimos menos y el Grupo Modelo, al cual nunca hemos pertenecidos, haciéndose los ‘locos’ vuelve al Poder; esta vez como ‘Cambio Democrático’, no como revolucionario democrático ¡Todos vuelven’

Lo Nuevo
comments powered by Disqus