• 03/07/2012 02:00

Tres años de la oposición

El domingo pasado cumplía el gobierno de Ricardo Martinelli Berrocal su tercer año encargado del gobierno nacional. Múltiples análisis s...

El domingo pasado cumplía el gobierno de Ricardo Martinelli Berrocal su tercer año encargado del gobierno nacional. Múltiples análisis se hicieron por televisoras, radio comentaristas, columnistas y cuantos analistas y políticos quisieron opinar. Yo prefiero evaluar en cambio al otro grupo que celebró su tercer aniversario, los miembros de la oposición.

El primero de julio del 2009 tomaba posición como oposición el PRD, el partido Popular y un reducido grupo de la sociedad civil. El primer año de oposición fue un año de recriminaciones, errores y ajustes en los dos partidos que quedaron fuera de gobierno. El Partido Popular fue el primero en reorganizarse, efectuaron varias reuniones de trabajo evaluando errores anteriores y finalmente se decidieron por establecer una nueva hoja de ruta, nuevos objetivos a mediano y largo plazo y cambiar su directiva. Ya en el segundo año Milton Henríquez surge como su nuevo presidente y rápidamente anuncia que el partido llevara candidato propio a la Presidencia en el 2014, declarándose como aspirante. Los dos últimos años hemos visto a un Milton Henríquez cuestionando fuertemente los errores del gobierno y presentando posiciones muy claras y enfáticas sobre el devenir nacional, mantiene el discurso más coherente de oposición y con posiciones más profundas e institucionales. Curiosamente, Milton resalta más como analista político que como aspirante a presidente y su partido no logra despertar interés en los independientes.

El PRD, un partido que era conocido por su agresividad en oposición, cayó el primer año en el mismo abismo de las recriminaciones y disputas internas. La propia Balbina Herrera, la candidata derrotada, no pudo consolidar su liderazgo opositor al caer en una serie de errores post elección, entre los que resalta el no haber aceptado con dignidad su derrota, el recorrido nacional posterior criticando y culpando a otros miembros de su derrota hasta finalmente retomar el camino correcto. El PRD logra la renuncia de su CEN y designa un CEN transitorio, pero mientras tanto el electorado no veía peso en la oposición al gobierno que ya empezaba a mostrar su estilo, compras directas, viajes internacionales, e iniciaba la suma de diputados del propio PRD.

El segundo año el PRD busca enfocar su rol opositor, pero no logra proyectarse con fuerza. Las luchas internas siguen debilitándolo, el clamor por inclusive cambiar el CEN temporal comienza. El partido pierde más de 150,000 miembros, unos genuinamente, otros como camaleones para permanecer en el gobierno.

Es en el tercer año cuando el partido logra consolidarse como líder opositor. Gracias a errores garrafales del gobierno, el PRD aprovecha a grupos independientes afectados por malas decisiones oficiales y se suman a estas luchas, en el caso de la revuelta en Bocas del Toro por la Ley Chorizo, en el caso de los ngäbes y la Ley Minera, en el caso de las facturadoras y los empresarios afectados, los escándalos de Paitilla, Las Cumbres y Juan Hombrón, las compras de los corredores y radares, para culminar con los casos más notorios el tercer año del intento de venta de acciones de Cable and Wireless, productoras de energía, la Sala V, la venta de terrenos de la Zona Libre de Colon y Amador. El PRD vuelve a ser el partido de antes, agresivo, valiente, unido en su denuncia, aunque no unido en su búsqueda de dirección y candidaturas. El partido en su transitar de estos tres años, perdió de 26 a 17 diputados, unas decenas de representantes y uno que otro alcalde, atraídos por el dinero y poder del gobierno. Hoy, el partido con casi 500,000 miembros celebra ser el numero uno en expectativa de voto presidencial y el favorito para liderar el gobierno en el 2014.

El partido Panameñista pasa de gobierno a oposición en estos tres años. Inicialmente es decisivo en el triunfo del presidente Martinelli y fue cómplice de cantidad de exabruptos aprobados en los primeros dos años, desde la Ley Chorizo hasta los negociados de Paitilla, Juan Hombrón, Las Cumbres, compra de radares y, peor aún, la compra de los 11 diputados del PRD, solo para sufrir después la compra por CD y Molirena de 11 diputados del Panameñista. En oposición, el panameñismo buscó robarle el liderazgo al PRD, aprovechando inicialmente las luchas internas del torrijismo y luego el hecho que tenían más aceptación entre la sociedad civil que el PRD. Varela en oposición ha sido un denunciante cauteloso, consciente de que el pasado reciente lo tenía a él de socio, pero sus voceros, Blandón, Popi Varela y Rosas (del Molirena), así como el que fuera viceministro, Carles, han sido contundentes y duros críticos del gobierno. El surgimiento estas semanas del Frente por la Democracia le da a Varela más liderazgo que a los PRD, que parecen cómodos siguiéndolo.

La Sociedad Civil comenzó de paños y manteles con Martinelli. Las promesas y discursos en CADE, APEDE y otros gremios le prometían los cambios añorados en el gobierno. Pero duró poco, las primeras designaciones en la Corte los separó y de allí en adelante han caído en confrontaciones seguidas, al extremo que en su momento trataron de revivir la Cruzada Civilista, algo que ni en los dos gobiernos PRD hizo falta. Hoy, indígenas, obreros, ambientalistas, educadores, médicos y técnicos, empresarios, comunicadores sociales, usuarios de Zona Libre, etc. forman, junto a partidos de oposición, el Frente por la Democracia. La oposición, en este tercer aniversario, celebra la unión de múltiples fuerzas unidas finalmente para supervisar el accionar del gobierno.

INGENIERO Y ANALISTA POLÍTICO.

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