• 31/07/2012 02:00

¡Que siga la fiesta!

H ay incertidumbre en los mercados financieros mundiales, basta leer los titulares y columnas de opinión sobre economía y finanzas de lo...

H ay incertidumbre en los mercados financieros mundiales, basta leer los titulares y columnas de opinión sobre economía y finanzas de los periódicos de mayor prestigio mundial para percatarnos de que el panorama económico en el futuro cercano es preocupante. Pareciera que estamos al borde de una nueva crisis económica global.

Noriel Roubini, economista, quien adquirió fama al predecir acertadamente la crisis global del 2006 (algunos dicen que nunca salimos), dijo que existen las condiciones de riesgo para ‘una tormenta perfecta’ en las economías globales, citando como evidencias: la desaceleración en la economía china, los graves problemas de las comunidades europeas, los tropiezos de la economía estadounidense en lograr su recuperación y la situación con Irán.

Otros piensan igual, el ‘Think-Tank’ (grupo de reflexión o análisis) europeo, LEAP/EUROPE2020, que se dedica a ‘anticipar la evolución económica mundial desde su perspectiva europea’ en su última evaluación declara de manera dramática ‘Alerta Roja / Crisis sistémica global septiembre-octubre de 2012: Cuando las trompetas de Jericó sonarán 7 veces para el mundo pre-crisis’. LEAP anticipa una pronta nueva crisis sistémica (crisis que afectará a todos los mercados globales) de 2012. LEAP enumera 13 factores de riesgo global que respaldan su pronóstico. Aumenta el riesgo cuando se considera que las economías emergentes que durante la crisis del 2006 mostraron crecimiento, contrario a las desarrolladas, y ayudaron a aliviar los efectos de la crisis, ahora muestran señales de ralentizamiento, lo que de continuar limitaría su ayuda en paliar los efectos de una posible nueva crisis global.

Como si lo anterior no fuese suficiente, la FAO anuncia un alza generalizada en los precios de los alimentos en los próximos 10 años. Aunado a este panorama, la sequía que sufre EE.UU limitará sus exportaciones de granos, lo que afectará los precios del maíz y la soja. Esta situación nos afectará directamente, pues Panamá es deficitaria en producción de maíz y no produce soja. Sumemos a esto los problemas de sequía en la aéreas de producción de maíz en Azuero, debemos prepararnos para una posible alza de precio en las carnes de aves y cerdos. Noticia nada agradable, pues la carne de gallina, por su accesibilidad y precio, se ha convertido en nuestra fuente prioritaria de proteína animal.

El panorama en seguridad alimentaria arriba descrito es particularmente crítico para nosotros, porque hemos venido gradualmente perdiendo nuestra habilidad de alimentarnos y ha aumentado nuestra dependencia en importaciones para cubrir nuestra dieta alimentaria. Sin duda, una alza generalizada en los precios mundiales de los alimentos, tendrá efectos negativos locales.

Ante esta sombría realidad, se preguntarán: ¿Cuál es la razón del título de mi artículo? Pues, porque los panameños vivimos en un mundo surrealista, dependiendo de soluciones mágicas para nuestros múltiples problemas y creyendo que la bonanza económica actual no tendrá fin. Creemos que estamos exentos de problemas externos, y que posibles nuevas crisis globales, económica o alimentaria, no nos afectarán. De ahí, el ambiente perenne de fiesta y el deseo: ¡Que siga la fiesta!

Los panameños gozamos de un conformismo similar al de los europeos, hasta que les cayó la teja. Hemos visto lo que les pasa, pero no aprendemos; una actitud muy peligrosa que el gobierno estimula haciendo crecer nuestra dependencia en el favor estatal, dígase subsidios estatales o ser favorecidos por sus medidas populistas y de dañino clientelismo. Nadie refuta que gozamos de un envidiable bienestar macroeconómico; tampoco que ese bienestar es de pocos, pero, aparte de esta última importante consideración, igual sabemos que históricamente los ciclos de bonanzas tienen su final, traumático, muchas veces. ¿Alguien del Gobierno se preocupa por desarrollar planes de contingencia ante esa eventualidad? Pareciera que no, considerando el Presupuesto de monto record para el 2013, con significativa dependencia en deuda. Si duda, el Gobierno también piensa que sigue la fiesta. Por esto, y otras consideraciones, no me siento cómodo ante nuestro porvenir inmediato.

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO.

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