• 14/10/2012 02:00

Las aventuras de Tintín

E ra estudiante de Derecho en la Universidad de Los Andes, cuando mi entrañable compañero de estudio, Rodrigo Mesa (q.e.p.d.), me introd...

E ra estudiante de Derecho en la Universidad de Los Andes, cuando mi entrañable compañero de estudio, Rodrigo Mesa (q.e.p.d.), me introdujo a la lectura de estos libros de aventuras que aparecían en serie en torno a este personaje: Tintín. Recuerdo haberme contado que tenía el enorme placer de compartir lectura nocturna con su hijo Simón, cada vez que un nuevo ejemplar de Tintín salía a la luz pública. Años después, Simón tuvo la suerte de educarse en la Sorbona en Paris, convirtiéndose en un ‘tintinófilo’ empedernido.

Transmití esta enseñanza a mi pequeña hija Sofía, quien con gran impaciencia, espera a mi retorno de algún viaje al exterior, su regalo de vigor, que suele ser algún otro álbum de la colección de Tintín; tesoro que le proporciona un placer infinito. Antes de acostarse, junto a la cama, la observó inmersa en el mundo imaginario de este personaje ficticio mágico. Luego cae en su sueño sagrado, imposible de interrumpir.

Esta costumbre implementada en el seno del hogar me permitió matar dos pájaros de un tiro. Primero, inculcarle de pequeña el hábito por la lectura. Segundo, abstraerla un rato de los prodigios de la gran revolución informática de nuestros tiempos y de los estragos que puede causar la adicción frenética a la pantallita. De esta manera logro que mi hija no sucumba a la frivolidad universalmente imperante, alejándolos un poco de la civilización del espectáculo de la cual habla Vargas Llosa.

Repasemos datos biográficos del creador de este formidable personaje para felicidad de tanta gente. El verdadero nombre de Hergé, que es su apodo, es Georges Remi; de origen Belga, intrépido reportero. Quiero destacar su capacidad como ilustrador, superdotado, más que como periodista; trabajó para un periódico católico belga y se encargó del suplemento infantil. El 10 de enero de 1929 este periódico presentó a un reportero llamado TINTÍN, enviado a Moscú para resaltar los defectos del Balchevismo. Las circunstancias llevaron a Hergé a imaginar a un reportero en lugar de ser él mismo quien hiciera los reportajes.

La celebridad de su personaje iba a eclipsar la de todos sus colegas periodistas. TINTÍN recorrió todos los lugares del planeta en los que ocurría algo en países reales como ficticios. Quisiera pasar revista, aunque sea somera, a algunos ejemplares que lo comprueban. Comienzo esta revisión por la célebre publicación de TINTÍN Y LOS PÍCAROS, acerca de los movimientos de liberación surgidas en América Latina, viaja a Oriente con el tiraje del LOTO AZUL, trata la tensión política creciente en Europa con la edición de la ISLA NEGRA, sale de Europa con TINTÍN EN EL CONGO, recorre el Caribe con EL SECRETO DEL UNICORNIO. El éxito del periódico fue inmediato, tan pronto aparecieron ‘Las aventuras de TINTÍN’. La tirada del periódico se duplicó, después se triplicó, hasta que llegó a sextuplicarse.

Se vendieron álbumes en todo el mundo, hasta llegar a la cifra de 120 millones de ejemplares. Traducidas a más de 70 idiomas y dialectos —hasta en persa, serbocroata, luxemburgués— con dibujos impecables y escenarios reales; la narración anclada en una verdad palpable, con temas actualizados. El mayor éxito fue la precisión de los detalles, ello lo logró con investigaciones profundas y esmeradas.

Hergés procuró de una documentación variada y rica, clasificada metódicamente, la archivó y catalogó. Sus archivos, los enriqueció con la lectura ávida de National Geographic Magazine y Paris-Match, revistas que enriquecieron sus archivos. Era un perfeccionista y su crítico más exigente. Fundó los Estudios Hergé, se rodeó de un equipo de jóvenes artistas, colaboradores importantes, cada uno con una especialización.

TINTÍN de baja estatura, eternamente joven, con su tupé y pantalones de golf, junto con su perro Fox-Terrier de nombre Milú, utilizó su entorno para construir una sorprendente realidad. Fue un defensor de los débiles y el oprimido y adversario de todas las formas de totalitarismo; se adelantó a los progresos científicos y le otorgó un valor incorruptible a la amistad; sintió un respetó por las culturas extranjeras.

Hergé tuvo una infancia triste y una educación burguesa, estricta y aburrida, viajó por Europa, como Scout, su válvula de escape y así tomó cuerpo Tintín.

Según Hergé Tintín se dirigía a todos ‘los jóvenes de siete a setenta años’; a los jóvenes los seduce, la aventura, la comedia. A los adultos, una sátira política, una parodia a la realidad.

Hergé fue un pionero del comic, influido por el arte visual, con un sorprendente estilo cinematográfico.

Sus últimos días transcurrieron en una clínica en Bruselas, en donde padecía de anemia, muere en 1983, Tintín fue objeto de culto y coleccionismo en el mundo luego de darle vida a este personaje durante 54 largos años. No pudo terminar su última aventura titulada TINTÍN Y EL ARTE ALFA; sin embargo, en 1986 se decidió publicarla en el estado en que el mismo dibujante la había dejado: una serie de esbozos inacabados.

Confieso estar feliz que mi hija sea una ‘tintinóloga’, mientras los invito a que se deleiten hoy con ‘TINTÍN EN EL PAÍS DE LOS SOVIETS’, así nos olvidamos de ‘NOSOTROS EN EL PAÍS DE LOS LOCOS’.

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