• 21/01/2013 01:00

FAC: debut y despedida

Los movimientos sociales en Panamá son de muy corta duración. La experiencia de octubre de 1959 con la Marcha del Hambre y Desesperación...

Los movimientos sociales en Panamá son de muy corta duración. La experiencia de octubre de 1959 con la Marcha del Hambre y Desesperación —una de las más emblemáticas jornada de lucha popular— logró con la Unión de Trabajadores de Oficios Mixtos y Similares (USTOM) significativas conquistas. Después de ello no hay registros de una presencia prolongada en el tiempo. Luego la jornada de MODESCO, cumplió en parte con su cometido y producto de ello, surgió un Plan de Emergencia para solucionar temporalmente el problema del desempleo en Colón. Igualmente de vida un tanto efímera fue finalmente extinguiéndose.

Ahora el Frente Amplio por Colón (FAC), pareciera reproducir experiencias anteriores, con la salvedad que los mencionados movimientos tuvieron un fuerte contenido reivindicativo colonense, quizás un tanto ideológico, pero menos teñido políticamente.

Dije en un acto celebrado en el Centro Universitario de Colón, como moderador y a propósito de la celebración de un evento de discusión sobre la venta de los terrenos de Zona Libre, que el problema lo habían situado en el terreno político. De allí entonces que el tratamiento iba a ser igual. Esto explica, por qué el gobierno, entendiéndolo así, comenzó a asumir un comportamiento eminentemente político. Luego sostuve en un artículo de opinión que el FAC, había dado un significativo paso de avance, por cuanto logró la Derogatoria de la Ley 72 y algo más, sentar en una mesa de diálogo al gobierno (La Prensa, 1 de diciembre de 2012, ‘Colón, Diálogo y Trauma’).

Dado esto, tocaba al FAC, administrar coherentemente esa realidad, lo cual parece no haberse dado. Primero, en una actitud ‘súper democrática’, presentó una gigantesca Comisión, integrada por ‘observadores’, ‘asesores’ y ‘negociadores’, por su parte el oficialismo fue muy parco con su representación. Segundo, la propuesta del FAC integrada por 33 puntos, prácticamente es desconocida por la comunidad en su conjunto. Si bien un sector importante lideró el movimiento de rechazo a la venta, en modo alguno, significaba libertad absoluta para decidir sobre los asuntos a discutir. Tercero, la propuesta de 500 millones de dólares, para Colón puso en ascuas al gobierno que aprovechó la afectación de numerosas familias por las inundaciones para tomar distancia.

Cuarto, la integración de una alianza popular, con sectores todos adversos al gobierno (indígenas, obreros, etc.) le da un contenido ideológico-político y lleva a sectores afectos al gobierno, que apoyaron el movimiento de oposición a las ventas de los terrenos, a rechazar y quitarle apoyo. Quinto, el planteamiento sobre el no aumento de los cánones de arrendamiento de las tierras a los usuarios de ZL, es contradictorio con la pretensión de recursos para Colón y es defender un sector económico que tiene mucho y que socialmente poco da.

Sexto, la aparición de nuevas propuestas por el SUNTRACS y FRENADESO, le quita una parte del discurso al FAC, le mueve el piso, estrechándole el papel protagónico y disputándole la dirección del movimiento. Séptimo, el lenguaje triunfalista, estridente, descalificador, encendido y amenazador de parte de la dirigencia del FAC, lo pone en desventaja con un discurso oficialista, sereno que trata de convencer aportando cifras y realizaciones del gobierno en Colón.

Para mí, lo del FAC es debut y despedida.

*DOCENTE UNIVERSITARIO.

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