• 02/03/2013 01:00

18 más 11, más 4, es igual a 3

S olo en la política panameña puede ocurrir que sumandos semejantes a los que me sirven de título arrojen un resultado tan disparatado. ...

S olo en la política panameña puede ocurrir que sumandos semejantes a los que me sirven de título arrojen un resultado tan disparatado. Sin embargo, encuentran sentido bajo el marco de la absurda aritmética electoral que practica la partidocracia criolla. Dieciocho son los precandidatos inscritos para participar en las elecciones primarias del PRD; once (al final serán menos) competirán en las de Cambio Democrático; y cuatro, en las del Panameñismo. Molirena, como aliado incondicional de su socio mayor en el gobierno, no tendrá primarias; sino pero, oportunamente, dará su apoyo, también incondicional, a quien postule CD. En total, los cuatro partidos producirán tres candidatos presidenciales. El Partido Popular ‘todavía debate sus opciones’, pero entre ellas no parece probable una candidatura propia, está más cerca de negociar su adhesión a alguna de las tres que se vislumbran. Al final, los candidatos de la partidocracia seguirán siendo tres.

En el circo preelectoral que viene montando la partidocracia, dos resultados son previsibles: Navarro será el candidato del PRD, pero, hasta ahora, con muchas fracturas internas; Varela, lo será del Panameñista, pero con problemas aún más graves para unir a las facciones en que está dividido su partido.

En CD, la situación es diferente. Alentados y aupados por su jefe supremo, inhabilitado para volver a ‘candidatear’, varios aspirantes, los más publicitados de los ministros en funciones, decidieron lanzarse al ruedo, acogiéndose a la prerrogativa de que se les permitiría pedir licencia de sus cargos, mientras hacían campaña. Pero, cuando su entusiasmo iba en aumento, les vino el balde de agua fría: nada de licencias; los que aspiren deben quemar sus naves para que no puedan volver a anclar en el gabinete. Efecto inmediato: el desistimiento del ministro Fábrega, que optó por conservar su puesto, a pesar de que él había sido el más insistente en demandar que sus colegas aspirantes renunciaran.

Pero la negativa de las licencias no es la única sorpresa que esperaba a los aspirantes a candidatos. Nuevos rumores, ahora alentados por quien puede convertirlos en realidad, han vuelto a poner en el horizonte oficialista la candidatura de la señora Martinelli.

En una crónica anterior, me aventuré a pronosticar, aunque aclaro que para esas fechas no estaba sobre la mesa, o debajo de ella, la carta de la señora Martinelli, que quien saliera victorioso en las primarias de CD, no debía ser considerado un candidato o candidata definitiva. Explicaba, entonces, y repito ahora que como la prioridad política del presidente Martinelli es que su partido conserve el poder, ese será el parámetro para medir a los once aspirantes hasta ahora anunciados o para descartarlos.

En sus arranques, ninguno de los precandidatos de CD levanta vapor. Por consiguiente, ninguno, o ninguna, serviría al propósito mayor del presidente Martinelli. Eso explica por qué vuelve a barajarse el nombre de la primera dama y, también, explicará que el eventual ganador o ganadora de las primarias de CD dé un ‘paso lateral’, para sacrificarse por el bien del partido y dejar que su jefe ensaye otras opciones, que mejor pudieran servir a su propósito de retener el poder en 2014.

En ese contexto, bien pudiera suceder que si la señora Martinelli, debido ‘a las vueltas que puede dar la vida’ fuera la abanderada del partido gobernante, el ganador de las primarias sea su compañero de fórmula. Pero tampoco debe descartarse que, al final de las cuentas, CD no realice sus anunciadas primarias. Al haberlas programado para el 18 de mayo, es decir, para dentro de dos meses y medio, se han creado ‘espacio político’ para otras alternativas, que podrían estar condicionadas, por lo que en ese período hagan los candidatos de los partidos de la llamada oposición. Y como esto apenas comienza, bastante agua correrá bajo los puentes.

CANDIDATO PRESIDENCIAL INDEPENDIENTE.

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