• 13/03/2013 01:00

Análisis político sereno

El próximo torneo electoral pareciera tornarse complejo, a juzgar por los actores que en él van a intervenir. Serán los comicios con may...

El próximo torneo electoral pareciera tornarse complejo, a juzgar por los actores que en él van a intervenir. Serán los comicios con mayor inversión financiera debido a los intereses que se juegan. Los representantes del gobierno, administrado por CD y el Molirena, harán lo que sea para continuar en el poder. Ellos están conscientes de lo que pudiera ocurrirles en caso de perder continuidad.

En el ambiente se respiran las mismas motivaciones y desesperaciones que se vivieron aquel 7 de mayo de 1989, cuando la oposición se unió para acabar con la dictadura norieguista. Tres frases acapararon la atención en aquella época: ‘Los vamos a ahogar’, ‘Ni un día más’ y ‘Sácate el clavo’. Considero que si ahora no se da esa unión, con facilidad volverá a repetir la gente de CD. Lo anterior lo sustento al ver resultados de sondeos donde la gente que no es pensante lanza esta frase: ‘Ellos están robando, pero están haciendo’.

Y la pregunta que le hago a mis lectores es ¿de esa población votante cuál es mayoritaria, la pensante o la no pensante? La respuesta es fácil. Cuando hablé de las mismas motivaciones de 1989 me estoy refiriendo al comportamiento de los que nos gobiernan, de los gobernados y de los que nos informan. Por un lado los oficialistas han desarrollado un régimen de terror, como en los tiempos de la dictadura. Los gobernados no actúan por temor a esas represalias; muchos esperarán estar en las urnas para el famoso pase de factura y los que nos informan están polarizados. Se aplican las tres P; plata para el amigo, palo para el indeciso y plomo para el enemigo.

Por un lado observo a medios con campañas opositoras alejadas del balance y equilibrio. Para ellos no hay cabida al reconocimiento y a la publicación de los logros gubernamentales y cuando lo hacen se nota el ejercicio forzado de tal acción. También hay otro sector de los medios con una defensa a ultranza del gobierno, lo que nos hace recordar a lo que se conoció como Editora Renovación, S.A. Eran periódicos dispuestos a atacar a la oposición; eran periodistas al servicio de la dictadura militar. Para ellos no había independencia profesional; su bolígrafo poco conocía la verdad. De él no salía tinta; en su lugar aparecía ese tinte que utilizan las mujeres para maquillarse.

Luego de caído el gobierno dictatorial algunos periodistas de esa Editora Renovación me confesaron lo que allí pasaba. Allí no se hacía periodismo; allí lo que existía era una maquinaria de propaganda al servicio del general, de los coroneles, etc. Todavía recuerdo la cantidad de noticias y glosas que publicaron en mi contra por el solo hecho de pedir democracia, justicia y libertad.

Repito, Martinelli y sus socios van a invertir sumas millonarias jamás vistas y todos sabemos que la propaganda adormece a los pueblos y los lleva como corderitos al matadero. La oposición también contará con muchos recursos, debido a que los sectores privados cooperarán como nunca, para intentar acabar con las pretendidas ilusiones de CD. Lo digo porque Martinelli ha golpeado a ese sector con leyes impositivas, con licitaciones cuestionadas, con negocios amenazados y con inversionistas decepcionados.

¿Cuál sería el panorama, en caso de no triunfar la gente de CD? Si la intención es aclarar las demandas que duermen en los despachos judiciales, aquí arderá Roma. Si la intención es exigir claridad y justicia, aquí habrá que redoblar los tribunales por la cantidad de trabajo que tendrán. Gobierno y oposición no pueden cantar victoria; reitero, las elecciones serán complejas. Se ha trabajado para dividir a la oposición; se han comprado conciencias; hay egos en la oposición, difíciles de superar.

Para mí, el único camino que tiene la oposición, en su intención de victoria, será la de unidad total. Panameñistas, perredistas y populares tienen que ir en alianza, de lo contrario CD romperá con esa tradición de alternabilidad. Hoy, el PRD no es aquel partido político de la era militarista. Es una agrupación que ha demostrado crecimiento en ética y en democracia. Si ocurrió lo impensable en 2004, cuando la Democracia Cristiana se unió al PRD¸ hoy no me asombraría una mescolanza entre panameñistas y perredistas.

Hay que recordar que el PRD y la Democracia Cristiana eran como el agua y el aceite, pero el milagro de la unión se dio. Además, tanto panameñistas como perredistas tienen la verdadera base popular y sus postulados no son incongruentes.

EXSECRETARIO DE PRENSA DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA.

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