• 30/04/2013 02:00

Humedales protegidos: distracción para tontos

Ú ltimamente han estado saliendo a la luz pública noticias sobre el tema de la destrucción de los humedales, siendo lo más reciente, el ...

Ú ltimamente han estado saliendo a la luz pública noticias sobre el tema de la destrucción de los humedales, siendo lo más reciente, el caso referido al proyecto ‘Parque Industrial Zona Sur’, el cual viene a ser una más de las acciones que están atentando contra el espacio marino costero, que debe ser de beneficio, al menos, para la sociedad panameña.

En este caso, se trata de un proyecto, que, según el propio Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que el promotor presentó el año pasado a la ANAM, sería construido sobre cuarenta (40) hectáreas de manglar en Juan Díaz, de las cuales doce (12) están dentro del área protegida Humedal Bahía de Panamá.

El director de la ANAM, que es vocero autorizado de una de las instituciones que deben velar por el cuidado y protección del ambiente, señaló que ya esta misma empresa tiene antecedentes con una sanción solicitada al Ministerio Público por haber incumplido con el EIA aprobado en el 2007. ¿El resultado? bien gracias y usted...

Sin embargo, al margen de que se trata de una empresa donde alguno de sus dueños está asociado al presidente de la República, el tema de fondo tiene que ver con el hecho de que los inversionistas privados vienen sistemáticamente copando los espacios de humedales, protegidos como en el caso de Juan Díaz y no protegidos, como el caso de las 28 hectáreas restantes que están fuera del área protegida del humedal de la Bahía, por parte del mencionado proyecto y en el resto del país, por parte de una pluralidad de otros proyectos.

Pareciera que la opinión pública estuviera siendo encajonada en una distracción para tontos, mientras ocurre lo que interesa a los dueños de las inversiones de bienes raíces, construcciones industriales, comerciales o turísticas y por supuesto bancarias, sin olvidar las agrarias: Terminar de devastar nuestros humedales. Es decir, el debate en el que las instituciones como ANAM y hasta organismos como la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) se han centrando, ha sido la cuestión de si afecta o no áreas protegidas de humedales; pero esto no es el universo de los humedales panameños y el ecosistema marino costero se resiente afectando a las áreas no protegidas tanto o más como a las protegidas.

El perjuicio, no solo es de tipo forestal o paisajístico sin más; por ejemplo, la mayor reproducción de animales vectores de enfermedades respiratorias en el área de Juan Díaz y otras áreas litorales se está elevando peligrosamente, a falta de sus depredadores naturales, que son las aves que reposaban en los manglares devastados.

También, basta preguntarles a los pescadores artesanales y extractores de conchas de las costas del Pacífico panameño, los perjuicios económicos que están sufriendo a consecuencia de los atentados a los manglares que vienen practicando inversionistas del llamado turismo residencial y de los productores agropecuarios latifundistas que contaminan humedales con agroquímicos y eliminan manglares para incorporarlos a sus propiedades privadas, con la mirada cómplice de las autoridades institucionales del Estado y municipales.

En tal sentido, mantenernos dentro del debate de si un proyecto afecta humedales ‘protegidos’ o no, es de alguna manera legitimar que se puede afectar los no protegidos, por tanto, tampoco debería permitirse la ejecución de un proyecto como el comentado Zona Sur, en el resto de las 40 hectáreas de manglares que ya ha estado devastando en Juan Díaz, ni el desarrollo de ningún otro que incurra en lo mismo.

SOCIÓLOGO AMBIENTAL Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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