• 14/10/2013 02:00

Educación de Cine en Panamá (II)

En un anterior artículo publicado en las páginas de este diario, (Educación de Cine, 30/9/2013), se finalizaba señalando que correspondí...

En un anterior artículo publicado en las páginas de este diario, (Educación de Cine, 30/9/2013), se finalizaba señalando que correspondía al INADEH una gran responsabilidad en la formación técnica del recurso humano del país. Ello debido a que, tal como se indicaba, si bien tanto desde la educación premedia y media como desde la universidad, se deberán realizar esfuerzos en la misma dirección, el diagnóstico de las posibilidades y voluntades reales en esos niveles educativos, no es efectivo (al menos, a corto plazo).

La educación secundaria, presenta problemas en el ámbito de cobertura y retención de alumnos, así como en el ámbito de orientación, calidad y pertinencia en relación con una oferta vocacional técnica para los jóvenes panameños a los que atiende. Esperanzadoramente, vemos señales positivas, tales como la creación de mesas sectoriales que incidirán: en los currículum; en la formación de docentes; en la evaluación, seguimiento y actualización de las competencias requeridas en el mundo del trabajo, etc., así como la creación de seis institutos superiores especializados; por tanto, existen iniciativas para dar solución a estos problemas.

Por su parte, la actual oferta de educación superior no parece seguir un mejor camino en lo que hace referencia a la formación de talento humano para los nuevos requerimientos de la economía en un mundo globalizado. La falta de pertinencia y calidad de la educación superior ha sido subrayada desde muy distintas posiciones, y los datos existentes en este ámbito son también clarificadores: descenso de hasta un 50 %, en el periodo 2001-2010, de la oferta de estudios de nivel técnico; excesivo número de alumnos, uno de cada tres en Ciencias de la Educación y Formación de personal docente; muy baja eficiencia del sistema universitario panameño (tan solo, alrededor del 15 % de los matriculados logra graduarse); falta de articulación con el sector empresarial y desarrollo de nuevas alternativas formativas; falta de articulación entre la educación media y la educación terciaria...

Frente a estas realidades, se crea el INADEH en febrero de 2006, mediante el Decreto Ley 8 (Esto ocurrió en los últimos 40 años). La nueva institución surge de la reestructuración del INAFORP, basándose en una gestión tripartita para asumir el papel rector en materia de formación profesional y de capacitación laboral del recurso humano panameño. En este sentido, su misión es clarificadora: Propiciar, establecer, organizar y mantener un sistema nacional que garantice la formación profesional del recurso humano, en ocupaciones requeridas en el proceso de desarrollo nacional, considerando las aptitudes y valores éticos-morales.

Si bien el Centro Regional del PNUD para América Latina y el Caribe, señala que el INADEH ‘constituye un caso paradigmático de una política exitosa con impactos sociales observables, que ha tenido la suficiente flexibilidad y adaptabilidad para sobrevivir en el tiempo’, y que ‘en el 2008, el INADEH se convirtió en la formadora de la mayor cantidad de personas de América Latina y El Caribe’, no conviene dejarse guiar por «cantos de sirenas» y caer en la autocomplacencia.

El trabajo realizado por el INADEH en estos primeros años de su existencia, no es para nada desdeñable, lo cual queda refrendado por: su gestión, que integra a los diferentes actores implicados en estos procesos, su orientación al mercado y a las competencias laborales demandadas por el mismo, su separación de funciones, su trabajo en red y el impulso de las alianzas estratégicas, las capacidades generadas, la atención a las diferentes necesidades y tipos de población. En cifras, y a modo de ejemplo, cabe señalar que la cobertura en formación y capacitación para la población económicamente activa de Panamá, progresó desde un 2.4 % en 2005 al 16.8 % en 2007 (esto ocurro en los últimos 40 años).

De forma sucinta, y dicho por muchos panameños interesados en modernizar nuestra mano de obra, estas son algunas de las realidades a las que se enfrenta la sociedad panameña:

Desde la perspectiva de la oferta formativa: Exceso de ‘estudiados’, sin las competencias requeridas en el mercado; exceso de oferta de estudios superiores innecesaria; muy poca oferta vocacional en el país.

Desde la perspectiva de la demanda laboral: Puestos especializados sin personal calificado; perfiles de personas con condiciones no atractivas a las empresas; necesidad de incorporar extranjeros a nuestra masa laboral con su consecuente controversia.

Desde la perspectiva socio-económica: Necesidad de redefinir la orientación educativa; necesidad de implementar modelos compartidos (Estado – y otros agentes sociales) de fomento a la formación profesional; necesidad de fomentar la conciencia de los panameños hacia la necesidad e importancia de la educación.

F rente a todo ello, es necesario que el INADEH actúe pensando tanto en la situación presente como en las nuevas oportunidades y requerimientos que la apertura a organismos internacionales puede requerirle.

No podemos como Estado oprimir la ambición individual de cada panameño, pues sería una forma de despotismo en la educación. Lo que ayuda a formar el carácter de un ciudadano, con ambición de progresar para gozar de mejores oportunidades, no es la repetición de memoria, sino lo que se aprende a amar hacer, una profesión o una vocación.

En nuestro entender el INADEH tiene como objeto principal formar un espíritu, en cada persona, que sea capaz de adaptarse y ajustarse a toda vocación requerida para el progreso de la economía nacional. ¡Una educación de CINE!

PRIMER SUBSECRETARIO DEL PRD.

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