• 25/10/2013 02:00

Contra toda forma de intolerancia

‘ Nadie hará por nosotros lo que estamos obligados a hacer por nosotros mismos’. La esclavitud existe desde mucho tiempo antes de la con...

‘ Nadie hará por nosotros lo que estamos obligados a hacer por nosotros mismos’. La esclavitud existe desde mucho tiempo antes de la conquista en el siglo XVI; más bien, desde tiempos bíblicos, pero nunca antes se había relacionado la esclavitud al color de la piel del esclavo (racismo). Lo que pasó es que la esclavitud moderna, podríamos llamarle, estuvo fundamentalmente ligada al sistema económico colonial (mercantil), es del todo extraño que al identificarse la esclavitud con el calor de la piel, se da un giro racial a lo que fundamentalmente era uno denominado económico.

El racismo y la discriminación surgen como una ideología inventada por el hombre blanco para justificar sus acciones brutales e inhumanas contra los negros e indígenas al inicio de la empresa económica ligada a lo que hoy llamamos ‘invasión de Abia Yala’ o América. El racismo ha penetrado profundamente en la mentalidad de la gente, esto se refleja en el uso de frases como: ‘lunes negro’, ‘pecado negro’, ‘esos negros’, ‘es gente que no vive como nosotros’, ‘esos cholos’, ‘esos indios’, ‘tú pareces indio’, ‘no me compares con los indios’ y muchas otras frases racistas. Además, muchas veces somos racistas sin saberlo, obviamente esto contradice la enseñanza bíblica, y nos obliga a no ser excluyentes con los que son diferentes a nosotros, por creencia religiosa, raza, sexo y color de la piel.

Ahora pasemos a la actualidad, es una Vergüenza Histórica que en pleno siglo de la modernidad, era espacial, avances tecnológicos y científicos, era del conocimiento y en pleno siglo de la civilización del hombre, se sigan utilizando distintos argumentos que, por las posiciones privilegiadas de unos, menosprecian a otros; a veces por llamarse elegidos y sentirse de una raza superior.

No podemos compararnos con los conquistadores, que trayendo el cristianismo (Biblia y espada) se sintieron pueblos escogidos o los elegidos para conquistar, asesinar, robar, destruir las culturas de nuestros antepasados, adueñarse y repartir lo que no era suyo, las tierras habitadas por los pueblos indígenas por más de nueve a doce mil años, y cometer toda clase de atrocidades.

De la esclavitud nacen el racismo y la discriminación y por ende la exclusión, marginación de los pueblos afrodescendientes, originarios y otros; esto se ha convertido en un cáncer humano casi incurable. Dice un refrán que ‘no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista’, por lo cual urge que las autoridades correspondientes, que tienen que velar por estos asuntos, creen legislaciones para vacunar, prevenir, concientizar y sensibilizar para acabar desde su raíz este mal heredado de los conquistadores.

La H.D. Crescencia Prado García, presentó un Anteproyecto de Ley, ‘que establece medidas para eliminar el racismo y la discriminación y otras formas de intolerancia’. Es un Anteproyecto de Ley casi completo, porque fue revisado por conocedores de la materia, el mismo fue presentado en julio del 2012 en la Asamblea Nacional (AN), pero pareciera que está AN es racista, discriminadora y excluyente y que por ser una mujer de la etnia Ngäbe Bugle quien presentó el Anteproyecto de Ley, fue a morir en la comisión de Gobierno; pero vale la pena recordar que varios diputados actuales se expresaron con términos raciales y discriminatorios, al igual que algunos miembros del Órgano Ejecutivo. Recordemos los casos indígenas de Changuinola, San Félix y los de Colón.

Recientemente, la procuradora general de la Nación, Ana Belfón, presentó el Proyecto de Ley Nº 650, ‘que tipifica el delito de discriminación de personas’. Consideramos que hace falta más contenido al Proyecto de Ley, en ese sentido hacemos la siguiente observación: la mayoría de los panameños, o sea, 40 %, tiene genes indígenas; el 37 %, afrodescendiente; 10 % caucásico y el resto de los panameños vino por migraciones de diversos países, por cual deben respetarse, reconocerse y valorarse unos a otros sin distinciones.

Reza un refrán ‘árbol que crece torcido jamás su tronco endereza’. Para que nuestro país se cure de este mal desde su raíz a corto, mediano y largo plazo, se tiene que incluir en el sistema curricular educativo una asignatura para la enseñanza desde la primaria, secundaria, e inclusive en las universidades, del respeto, valor recíproco y tolerancia de la diversidad cultural existente en nuestro país.

Es necesario, además, contemplar en la legislación que los medios de comunicación social no contribuyan ni sean cómplices, provoquen o promuevan actos racistas y discriminatorios, tal como sucedió durante las protestas de Changuinola, San Félix y Colón, donde algunos comentaristas de la radio de la localidad, que se consideran dueños de la verdad, se expresaban de forma racista y discriminatoria, con palabras obscenas e insultantes, impropias de la cultura civilizada dirigida a los pueblos indígenas y afrodescendientes. Reconocemos, sin embargo, la labor de las televisoras, periódicos y emisoras que mostraron su solidaridad con las informaciones sobre lo sucedido en los tres eventos de protesta y lo supieron transmitir de forma humanitaria. Otros aspectos que deben contemplarse en esta legislación son la sensibilización y capacitación de todos los funcionarios del Estado, incluyéndose a la Policía Nacional, quienes son los que más violan los derechos humanos en estos temas del racismo, discriminación y los derechos de los pueblos indígenas.

Debido al carácter fundamentalmente injusto de la discriminación racial, así como los peligros que representa, su eliminación se ha convertido en una meta de acción de los países miembros de la ONU y Panamá es miembro de esta organización. Se debe tener presente que toda doctrina de superioridad basada en la diferenciación racial es científicamente falsa, moralmente condenada y socialmente injusta, porque nada en la teoría o en la práctica permite justificar la discriminación racial.

EX LEGISLADOR DE LA REPÚBLICA.

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