• 28/10/2013 01:00

Qué hacer en salud (II)

En el escrito anterior dijimos que es necesario que todos comprendamos que se debe sacar el ajetreo político de la Salud e igualmente de...

En el escrito anterior dijimos que es necesario que todos comprendamos que se debe sacar el ajetreo político de la Salud e igualmente de la Educación. Dijimos que en Salud lo primordial y estratégico es la Prevención y es a esa estrategia a la cual hay que dedicarle recursos y en ella se debe lograr la participación ciudadana.

El segundo punto estratégico es la estratificación de la atención de la enfermedad. Tercero, es esencial la dotación de recursos e insumos a todos los niveles por a vía de un mandato constitucional porcentual del presupuesto. El Estado debe brindar a todos los ciudadanos la oportunidad de mantener y recuperar la salud. A través de los años se le fue dando ese deber a la CSS (a obreros y empleadores) y al ciudadano común que podía, que resolviese su problema por la vía privada. El Estado en sí, atendía a los menos. Cuarto, la remuneración adecuada a todos los funcionarios del sector. Con buenos salarios podemos tener Funcionarios Institucionales que solo trabajen para el sector público.

Ahora es importante esbozar algunas ideas de cómo se puede realizar esta tarea.

En Panamá tenemos tres operadores de Salud. Por un lado en MINSA y la CSS y por el otro lado el sector de medicina curativa privada.

Esto ha significado la duplicidad y derroche de gastos e instalaciones. Esto unido a la ausencia de adecuados sistemas de administración, fiscalización y rendición de cuentas crea el terreno propicio para los malos manejos y compras que solo benefician al sector empresarial que en lugar de un cliente estatal, tiene dos.

Una de las reformas constitucionales necesaria es la creación del Sistema Único de Salud bajo la rectoría del MINSA.

Con la estructura física instalada actualmente y que no se utiliza después de las 3:00 p.m. y con el personal del sector bien pagado y dedicado exclusivamente al sector público, se puede brindar la atención requerida.

En caso de carencia de personal o instalaciones, se pueden elaborar los planes de solución definitiva y los planes de solución contingente con el apoyo del sector privado con sus instalaciones y personal dedicado, de manera igual exclusivamente a la atención privada tanto de consulta como de cirugías, hasta que los planes estatales definitivos puedan atender las contingencias.

De esta manera nos evitamos traer de manera masiva médicos del extranjero, sin que esto signifique que debemos cerrar nuestras fronteras al conocimiento excelente de colegas de otros países. Pero los que vengan deben ser los que dejen un valor agregado a la medicina preventiva y curativa del país.

Alejado el sistema de los vaivenes de la política, con sistemas administrativos, profesional y técnico regidos por méritos y dedicación y con sistema donde cada unidad ejecutora funcione como una unidad autónoma, debidamente fiscalizada desde el punto de vista administrativo, financiero, profesional y ético, lograremos definitivamente dar a la población la salud que merece y sentirnos del primer mundo.

*MÉDICO – NEUROCIRUJANO.

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