• 09/01/2014 01:00

Aporte de Colón a la gesta del 9 de Enero

La eclosión de las fuerzas populares en la ciudad de Panamá, el 9 de Enero de 1964, tuvo su eco en Colón. Desde luego, producto del incu...

La eclosión de las fuerzas populares en la ciudad de Panamá, el 9 de Enero de 1964, tuvo su eco en Colón. Desde luego, producto del incumplimiento del acuerdo Chiari-Kennedy sobre la izada de la bandera en los sitios en donde fuera enarbolada la bandera de EE. UU. impulsado por civiles, estudiantes, hijos y nietos de norteamericano y principalmente por un sargento de nombre Carlos Bell, quien, junto un grupo de civiles, hicieron guardia en planteles escolares los días 7 y 8 de enero y una manifestación al gobernador Robert Fleming, con el propósito de obligarle a izar solo la bandera norteamericana.

El 9 de Enero en la tarde un grupo de cerca de 200 estudiantes marcharon a la escuela de Balboa con la finalidad de izar la bandera panameña, pero la policía zoneíta solo le permitió a una delegación de seis estudiantes que procediera a avanzar para izar la bandera panameña al lado de la norteamericana, lo cual pretendieron hacer entonando al mismo tiempo el Himno Nacional. La respuesta fue una silbatina, burla y agresión por más de dos mil padres de familia, civiles y policías. Luego un forcejeo, en donde tratan de arrebatar la bandera a los estudiantes, la cual resultó cruelmente desgarrada. De allí la arremetida de la policía zoneíta, que, con revólveres calibre 38 y civiles con carabinas de cacería, ultimaron a indefensos compatriotas.

En Colón, la situación fue de alta tensión. Las acciones populares se dieron entre las calles 11 y 12 avenida Balboa, cerca de los edificios denominados ‘YMCA’ y el antiguo comisariato.

Relata Isaías Batista Ballesteros que: ‘Aquí también los panameños, al igual en la ciudad de Panamá, fueron recibidos con disparos de fusiles, ametralladoras, armas automáticas, revólveres y otros diversos tipos de armas’. Se sabe que hasta la 7:00 p.m. del 9 de Enero la confrontación fue en primer lugar con la policía y luego con el ejército norteamericano. EE. UU. cerró el Corredor de Colón, aislando la ciudad y evitando con ello apoyo médico a los heridos. Los combatientes colonenses hicieron lo propio, para lograr recursos que les permitieran responder al despiadado ataque. Intentaron armarse con ‘algunos reactivos del laboratorio de química del Colegio Abel Bravo’, igualmente logran armas de caería que vendían en un local conocido como ‘Casa Rosita’.

Sostiene Luis Navas que: ‘El cazador furtivo colonense Aniceto Camargo... al presenciar nuestra desventura, nos entregó su rifle provisto de suficiente munición. Hubiéramos podido contar con un rifle Garand, que un muchacho de manera audaz encontró abandonado en el interior del YMCA, pero el teniente de la Guardia Nacional Pedro Ayala se encontraba cerca y lo confisco’. Se dieron manifestaciones al cuartel de la Guardia Nacional, para que dotara de armas al pueblo y para que saliera en su defensa.

Las acciones de resistencia y de ofensiva de los colonenses se dieron durante varios días hasta el 12 de enero.

El grupo ‘Patria o Muerte’, comandado por José Campos, se hizo de tanques de gasolina que obtuvieron en el ‘Muelle Tres’. Los mismos, por su tamaño, tuvieron que ser rodados por las calles. Su contenido fue usado para la fabricación de bombas molotov. De ese grupo cabe mencionar a: Roy Smith, Santiago Fuentes, José Campos, Jorge Garcés, Francisco Card, Eloy Salazar, Horacio Návalo, Máximo Gómez, Pablo Del Cid, Rigoberto Silvera, entre otros.

Por otra parte, resultaron entre muchos de los heridos, los patriotas colonenses: Andrés Galván, Inocencio Garibaldi, Jack White, Alcibíades González y, por supuesto, Juan A. Navas en momentos en que, junto con Deyanira Gómez, desde la azotea del bar Olimpia hacían esfuerzos por enfrentar al ejército norteamericano.

En esta justa desarrollada en Colón vale también mencionar por sus aportes a: Víctor Pérez y al Dr. Guillermo Rolla Pimentel, entre otros.

De ese duro y despiadado ataque resultaron muertos: el estudiante Renato Lara, la menor de ocho meses, Maritza Alabarca y el sargento de la Guardia Nacional, Celestino Villarreta.

Con la actitud patriótica de los colonenses y con sus mártires se hizo un extraordinario aporte a esa lucha por la dignidad nacional.

DOCENTE UNIVERSITARIO.

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