• 26/10/2025 00:00

¡Qué clase de tranque!

Unos días atrás se produjo un “fenómeno” en la ciudad capital, que hasta este momento nadie ha podido explicar, al menos no para la satisfacción de quienes tenemos un poquito más que un “par de dedos de frente”. El miércoles 22, la ciudad capital padeció algo, de lo que sufren los panameños que viajan hacia la provincia de Panamá Oeste en las tardes y que igualmente padecen, cuando al venir a laborar en las mañanas a la capital.

Como dirían el común de los periodistas del patio “un tranque descomunal” y, aunque el de y hacia Panamá Oeste, es igual de injustificado, al menos se sabe por qué sucede. La irresponsabilidad de varios gobiernos, que no cumplieron con sus promesas para con una cantidad significativa de residentes de las ciudades más próximas a la capital panameña. Excusas, siempre hay. Que si el diseño, que si el carril del medio, que si los rieles del ferrocarril y como estos hay más. La realidad es que obligan a quienes residen o tienen que trasladarse en esa ruta, a vivir un calvario.

¿Cuántas veces no se les advirtió que, si abrían en su totalidad el nuevo viaducto Roberto F. Chiari, tendrían una clase de congestionamiento inmanejable? Pero la “taquilla” vende más y ahí tienen, 7 carriles de esta vía nombrada en honor al ciudadano que demostró su dignidad en los momentos más difíciles, 2 que vienen de uno de los principales polos de desarrollo del país y otro que viene desde el puerto y las esclusas del canal ampliado, a meterlos en los 2 carriles que soporta el Puente de las Américas, hacia la ciudad capital. Se hicieron propuestas, pero prefirieron escuchar a quienes desde una oficina pretenden saber más que los que sufren este castigo.

Regresando a la capital, lo que se vivió el pasado miércoles 22, no es usual. No era viernes, ni cerca a quincena, ni en época de Navidad. Y, humildemente, les ruego a los que vinieron con el cuento de fue culpa de 3 accidentes, que no piensen que todos somos estúpidos. ¿O se les olvidó que había carriles cerrados en una de las principales arterias? Que no había ni agentes del tránsito ni de la policía y que cuando llegaron, casi 2 horas después, se dedicaron a pitar, como si el pito ayudara en algo, a cerrar intersecciones, que parece que al final rindió un efecto positivo y, a “lucir” los privilegios que tienen al montarse en una moto y violar una buena cantidad de normas del mismo reglamento que están supuestos a hacer cumplir.

Varias veces he expresado mi anhelo por tener un plan de “datos” como el que tienen todos los policías en la calle. Parece que es interminable. Y las multas, para los más tontos y quienes les prestamos atención. Me atrevería a preguntar a cuantos taxistas multan los agentes del tránsito, pues no creo que lagarto come lagarto, ¿verdad?

¿Y quién pone a los conductores de motos en cintura? De verdad que tenemos que llegar al desastre que se produce en casi todas las grandes ciudades colombianas, donde un “enjambre” de motos se escurren entre los autos (obviamente en carriles que ellos mismos crean), se te paran enfrente y sin importan si el semáforo cambia o no, ellos se mueven cuando terminen de ver su celular. La única vez que he visto a policías haciendo cumplir el reglamento de tránsito con un motociclista involucrado es cuando algún conductor tiene la osadía de no verlos cuando se pasan las señales de alto o cuando vienen en paralelo a 2 carros en una vía de 2 carriles y se produce un accidente.

Que los panameños no usamos la direccional y que mal utilizamos las luces de emergencia (aquí se usan para avisar que vas a detenerte o para anunciar que tienes derecho de estacionarte donde te da la gana o para avisar que esta lloviendo), es cierto, pero no por eso una ciudad como la nuestra tiene que colapsar en un día cualquiera.

Cumplamos y hagamos cumplir el reglamento que nos rige a todos, inclusive a los que usan los carriles reservados para buses en la “Balboa”.

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