• 06/02/2014 01:00

La municipalidad como alternativa para Colón

Decenas son los problemas que laceran a Colón, son problemas que vienen de siempre. La falta de respuestas también ha sido de siempre. L...

Decenas son los problemas que laceran a Colón, son problemas que vienen de siempre. La falta de respuestas también ha sido de siempre. Lo que sí no ha faltado, más en este periodo que finaliza, es el desgreño administrativo acompañado de la nula planificación ni la ejecución de obras, que bien podrían ser respuestas a las necesidades de la población.

A lo largo de siglo XX, y de lo que transcurre del siglo XXI, ha persistido la marginalidad y la pobreza. Son problemas que no distinguen edades, ni género; tienen, incluso, un contexto histórico que los explica y no son ajenos, entre otras causas, al descuido, sino abandono, que muchos gobiernos le han dado a Colón.

El distrito ha sido administrado con políticas públicas que no han facilitado una vida de calidad. Son diversas las situaciones en que se exponen los conflictos, pero que no son ajenas a la naturaleza de la estructural social, donde el problema básico es la distribución poco equitativa de las riquezas.

El tétrico panorama, sin embargo, se asienta sobre una geografía rica en oportunidades, de valores agregados por una posición envidiable para el desarrollo de proyectos de alto perfil en el mercado local e internacional. Hay que tomar en cuenta el valor que viene de la misma población. El distrito de Colón tiene 14 corregimientos. Su población total, según el censo de 2010, es de 206,553. Esto representa un incremento intercensal del 18,7 % respecto al 2000.

Colón es un ‘distrito joven’. Del total de la población el 30,3 %, es decir 62,644, se ubica entre los 0 - 14 años. Si incluimos hasta los 24 años, esta se eleva al 48,2 % del total. Por el contrario, los habitantes entre 60 y 85 y más años representan tan solo el 8,3 %, del total. Esto, desde luego, impacta los programas de inversión, aunque son, al igual, un valor agregado importante para impulsar el desarrollo.

¿Qué se requiere en el distrito de Colón? Existe la necesidad de establecer, como una política constante, los espacios de participación ciudadana que ayuden a garantizar el éxito de las proyecciones de la calidad de vida en el ámbito municipal. Igualmente y siguiendo los conceptos de los foros internacionales sobre la materia, hay que trabajar en el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, enmarcada, eso sí, en el pleno respeto de los derechos humanos. La elevada criminalidad es un costo elevado para las finanzas sociales.

Una orientación como esa ayuda a aprovechar las ventajas ‘naturales’. Como ningún otro distrito, excluyendo el de Panamá, en Colón funciona una activa y rentable actividad comercial. La Zona Libre, que es una de las más grande de la región, incluida las actividades paralelas ahí generadas; el terminal del Canal; tres puertos, cuyo movimiento los coloca entre los principales redes logísticas del continente; una creciente inversión en la rama de la construcción. Aún de la circulaciones millonarias de capital, cierto es que la rentabilidad social para Colón ha sido poca.

Hay, entonces, que ir en la búsqueda de una política coherente y continua del gobierno central y del municipal que garanticen una efectiva política de atención a los problemas de Colón. Son dificultades, las señaladas, que podrían ser superadas en el marco de la descentralización municipal (esa que ha negado el gobierno actual) y que ha de instrumentalizarse para el próximo periodo, para hacer realidad la calidad de vida y un distrito amigable para Colón.

DIRECTOR DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS NACIONALES.

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