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- 13/08/2025 00:00
A junio de 2025, los empleadores debían 277,5 millones de dólares a la Caja de Seguro Social (CSS), de acuerdo con cifras oficiales. Cobrar esta millonaria deuda ha sido una tarea de nunca acabar para la actual y pasadas administraciones.
El principal deudor viene del mismo Estado; se trata del Municipio de Colón, que adeuda 8,3 millones de dólares. Le sigue el Veneto Hotel y Casino con 5,1 millones de dólares, el cual cerró sus puertas en 2018 y fue intervenido por la Junta de Control de Juegos (JCJ) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Las deudas más difíciles de cobrar parecen provenir del propio Estado panameño, especialmente en el sector salud. En el top de deudores se encuentran varias instituciones como la Dirección Regional del Ministerio de Salud (Minsa) de Colón con 2,2 millones de dólares; el Hospital San Miguel Arcángel de Panamá con $1,8 millones; el Hospital regional Dr. Cecilio A. Castillero de Chitré con 1,7 millones de dólares; direcciones regionales del Minsa como la de Darién con $1,5 millones, Changuinola con 1,5 millones de dólares y San Miguelito con 1 millón de dólares. El Hospital Irma de Lourdes de Tzanetatos también aparece con una morosidad de 1 millón de dólares.
Las entidades estatales alrededor del país totalizan 31,9 millones de dólares en morosidad. Solo hay convenios de pago acordados con estas instituciones por 635.000 dólares.
Aunque se trata de un problema alrededor del país, hay provincias en las que se concentra la deuda. La mayor parte por morosidad está en la provincia de Panamá, donde los empleadores acumulan 189,7 millones de dólares en morosidad. Le sigue la provincia de Colón con 25,7 millones de dólares, y Chiriquí con 19,5 millones de dólares.
Las provincias donde menos se adeuda en morosidad a la CSS son Los Santos con 4 millones de dólares, Veraguas con 2,1 millones de dólares y Darién con 1,5 millones de dólares.
En total, hay 29.357 empleadores morosos en todo el país, a junio de 2025. Esto representa una mejora en comparación con los 32.219 morosos que se registraron en diciembre de 2024. De acuerdo con la institución, se refleja una diferencia relativa de 10,6 %, que se traduce en unos 32,9 millones de dólares.
La institución ha llevado adelante una ardua labor de investigación y auditoría. Aunque todavía está lejos de llevar a cero la morosidad, sí se han conseguido avances. El Departamento de Apremio y Cobro reportó condenas en 1.319 casos que representaron unos 35,2 millones de dólares. Un total de 187 casos fueron remitidos a instancias judiciales y el monto de ellos es de 11,2 millones de dólares. Además, se han aplicado sanciones por auditorías en 1.115 casos, que totalizan 9,7 millones de dólares.
Alrededor del 40 % de los morosos son personas particulares, de acuerdo con un estudio de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP). En noviembre del año pasado, poco más de un mes después de haber asumido el cargo como director de la CSS, Dino Mon calificó el problema de la morosidad como un tema de interés no solo económico, sino también social.
“Es un problema financiero muy importante para la CSS, pero también es un problema social, en el que existe un mandato de cobro de esas primas, que debe ser de una forma diferente”, manifestó. “Yo no voy a mancillar familias o cosas que vayan en contra del bienestar de todos los panameños”, añadió, y abogó por arreglos de pago para las pequeñas y medianas empresas, así como las personas naturales “pero no con palo, no con garrote, eso no lo podemos permitir”.
Algunos morosos se han acercado a buscar estos arreglos, pero representan gotitas en un gran balde de deuda. A junio de 2025, hay 696 empleadores morosos con convenios de pago por la vía administrativa, que suman un total de 8 millones de dólares. Esto es 2,8 % del total de la morosidad.
Durante las manifestaciones contra las reformas a la Ley 462 de la CSS, colectivos sociales reclamaron que antes de aumentar la carga sobre los cotizantes, la prioridad debía ser cobrar la deuda morosa que mantienen los empresarios. El trabajo por minimizar la deuda sigue en curso.