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- 18/01/2020 00:00
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El Diccionario de la Lengua Española lo define así: “conjunto de conocimientos relacionados con la planificación y desarrollo de las ciudades; y la organización u ordenación de los edificios y espacios de una ciudad”.
En el ejercicio y enseñanza del urbanismo en Panamá hay, sin embargo, varias premisas, que se reflejan en la normativa y los planes de estudio y que no se corresponden con las ideas en el medio internacional.
A veces se usa la palabra urbanismo o planificación pensando que se refiere solo a la gestión de la movilidad, la asignación de zonificaciones o el diseño de infraestructura. El urbanismo implica muchos otros temas, como la planificación y diseño de espacios públicos, instalaciones de salud y educación. También, resiliencia y gestión del riesgo y en nuestra época, hacer frente al cambio climático.
En general, busca guiar la relación de la población con el medio a su alrededor, construido y natural. Si se pierde de vista el objetivo principal, el desarrollo humano sostenible y en armonía con el entorno, se extravía.
Los principales condicionantes de la planificación operan a través de los criterios espaciales-territoriales y los económicos-sectoriales, ambos que deben coordinarse o, mejor aún, integrarse.
El urbanismo es un término que agrupa distintos enfoques, disciplinas y escalas de intervención. El ordenamiento territorial abarca todo el territorio, incluyendo los ecosistemas naturales, zonas rurales y urbanas, busca una visión integral para el desarrollo de un país.
El diseño de espacios públicos se puede manifestar en lo que se llama acupuntura urbana y que hemos comenzado a ver en nuestro país en los últimos años. Al arquitecto diseñador, su formación en urbanismo lo ayuda a diseñar proyectos que se relacionan mejor con la ciudad a su alrededor. Renzo Piano, por ejemplo, uno de los arquitectos más reconocidos de nuestros tiempos, ha diseñado desde esquemas urbanísticos hasta veleros o sillas, pasando por edificios de mediana altura y rascacielos como las oficinas del New York Times.
Todos los miembros de la sociedad intervenimos en los 'procesos de construcción de ciudad', cada uno en su propia medida.
En Panamá, en la práctica, la responsabilidad por el diseño de asentamientos humanos se atribuye principalmente a arquitectos en la ley que rige la ingeniería y la arquitectura recae principalmente en el arquitecto.
Sin embargo, para lograr una efectiva planificación es necesario involucrar un conjunto de conocimientos que implica hacer equipos entre economistas, geógrafos, sociólogos, biólogos, antropólogos, historiadores, ingenieros, ambientalistas, geodestas, químicos, ambientalistas, diseñadores gráficos, entre otros.
La planificación, aunque hay distintos métodos y prácticas, en términos generales suele considerar un diagnóstico y una propuesta. Haciendo la analogía con una visita al doctor, tendríamos los siguientes pasos para el diagnóstico:
Es preciso saber ¿cuáles son los temas que la comunidad identifica como dificultades o incomodidades? y ¿qué es lo que se desea mejorar? Para esto se realizan encuestas que reflejan momentos puntuales, pero es importante también mantener canales abiertos a través de 'mesas' participativas, eventos de participación de ciudadana con académicos y funcionarios con conocimiento del lugar.
Más allá de lo correctivo, es necesario establecer una visión que puede tener la forma de una visión país o de un Plan Estratégico Participativo, según si se aplica a escala nacional o local.
A través de mapas, planos, fotografías y otra documentación se analiza la realidad sobre el terreno. Se realizan giras y se valida la información con respecto a la que se obtuvo al consultar a la comunidad. Para esto existen distintas herramientas como el plano de figura del suelo, usos, zonificación, jerarquía y anchos de las vías.
Se revisan los estudios y normativa previa a manera de antecedentes y se analiza cada instrumento según sus objetivos originales, sus logros, limitaciones y las razones detrás de cada uno.
Para tener mayor información sobre las realidades en el área de estudio e intervención, se requiere realizar mediciones, entre estas, los censos de población y vivienda son la principal fuente de información socioeconómica, también el conteo de vehículos en el tráfico (aforos de tránsito) encuestas de origen y destino, distintos indicadores y su comparación con casos de estudio internacionales. Las proyecciones de crecimiento demográfico y económico también son de referencia obligada. Los planes y proyectos públicos y privados se deben recopilar y analizar, también son informaciones clave.
Cualquier ejercicio de urbanismo, independientemente de su escala, requiere considerar los cambios que puedan ocurrir con el tiempo y es aquí donde las certezas encuentran un límite.
Se elaboran, a partir de un 'modelo' de conocimiento sobre el lugar y la comunidad tres escenarios: el tendencial, o lo que ocurrirá si seguimos funcionando tal como vamos; el escenario ideal es aquel en el que se plantean los efectos que se lograrían con una combinación de normas e inversiones atinadas y efectivas; y el optimizado es el que plantea lo que se pudiera lograr con una mezcla razonable y asequible de la puesta en efecto de nuevas reglas e inversiones.
A partir de lo anterior se desarrolla entonces la propuesta del plan.
A partir del diagnóstico se elabora la propuesta y se formaliza en un instrumento normativo. Si el diagnóstico es equivocado, esta también lo estará, pero aunque el diagnóstico sea bueno, la solución propuesta puede ser equivocada.
La penetración del narcotráfico es una amenaza latente. A veces más, a veces menos, pero siempre acechante. Las principales consideraciones de un plan urbano tienen que ver con establecer el suelo desarrollable, no desarrollable y dónde se ubicarán los usos para actividades públicas y privadas.
Se debe contemplar que exista suficiente suelo adjudicado para albergar la vivienda requerida por la población existente y proyectada, así como también se busca destinar cada zona a las actividades que serán más provechosas allí, es decir, la planificación responde a las necesidades de las actividades y vocaciones productivas de una localidad y comunidad, así como las guía y les da forma.
Las propuestas se formalizan a través de instrumentos legales que establecen medidas entre ellas, la zonificación busca determinar los usos permitidos, las dimensiones máximas (altura y separación entre los edificios) y busca controlar la concentración máxima de habitantes por unidad de superficie así como la intensidad de las actividades que no son de vivienda, como el comercio, la industria y las instituciones.
Esta es una introducción general y existen muchas otras consideraciones, que se verán en futuros artículos.