Natá celebra sus 490 años

COCLÉ. Nata está de fiesta por la celebración de sus 490 años de existencia, cumpleaños que la hace la ciudad más antigua del litoral Pa...

COCLÉ. Nata está de fiesta por la celebración de sus 490 años de existencia, cumpleaños que la hace la ciudad más antigua del litoral Pacífico y la segunda en tierra firme, solo detrás de la capital panameña, fundada en 1519.

Para la celebración se distinguirá a personalidades del distrito y habrá actividades religiosas.

HISTORIA

Natá fue fundada por Pedro Arias Dávila el 20 de mayo de 1522, y ostentó el título de Alcaldía Mayor. Su extensión territorial abarcaba desde lo que hoy es Chame hasta los límites con la provincia de Veraguas.

Penonomé, hoy cabecera de la provincia de Coclé, al igual que otros pueblos vecinos como Olá y Antón, estuvo bajo la jurisdicción de Natá por muchos años.

En la época colonial, Natá recibió a 100 caballeros españoles que fueron enviados por órdenes directas de Carlos V, rey de España.

Esos caballeros, que fueron escogidos entre las familias más nobles y distinguidas de España, traían la misión de mantener el dominio sobre los indios, conservar la cultura hispana y propagar la fe católica. Desde esa época a la ciudad se le empezó a llamar Natá de los Caballeros. Don Gaspar Rosas Quiróz, preclaro educador, historiador y escritor penonomeño, en su último libro, Coclé de Natá, resalta que en el periodo de la conquista española, Natá fue reconocida como ‘El granero del reino’, gracias a su rica producción agropecuaria.

CEMENTERIO ARQUEOLÓGICO

‘El Dorado’, sueño de riqueza de los españoles hace 500 años, fue encontrado en el sitio arqueológico El Caño, en Natá, según la arqueóloga Julia Mayo, asociada al Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y presidenta de la Fundación El Caño, una de las personas a cargo de una investigación sobre el sitio arqueológico.

En El Caño, en Natá, se realizaban rituales funerarios y allí fueron encontradas seis grandes tumbas múltiples donde fueron enterradas personas de alto rango, explicó Mayo.

La arqueóloga dijo que en El Caño se realizaban rituales funerarios (áreas de las columnas de basalto) y entierros y que los cuerpos eran cubiertos con tocados de oro, hueso y piedras semipreciosas y preciosas. Los cuerpos eran envueltos en tejidos o lienzos y cubiertos por platos y ollas. ‘Se utilizaban cubiertas de madera, y se colocaban incensarios y algunas vasijas con alimentos, hachas y flechas’, agregó.

Lo Nuevo