AMP y ACP ponen en peligro el Canal al autorizar entrada de barco con carga peligrosa

Actualizado
  • 30/08/2023 00:00
Creado
  • 30/08/2023 00:00
Panamá permitió el tránsito del MV Ophelia, con 47,252 toneladas de material DRI-B, altamente peligroso por su explosividad
Imagen ilustrativa del Canal de Panamá.

El relajamiento en los controles de seguridad puso en peligro el Canal de Panamá y al país, luego de que tanto la Autoridad Marítima de Panamá como la Autoridad del Canal de Panamá permitieran el arribo, tránsito por el canal y zarpe de la nave MV Ophelia, de bandera panameña, proveniente de Venezuela, con una carga de 47,252 toneladas de material DRI-B, altamente peligroso por su explosividad.

Por estos hechos, en el Ministerio Público reposa una denuncia por el presunto delito contra la seguridad colectiva en la modalidad de delitos contra los medios de transporte, contra el capitán de la nave y todo aquel que resulte responsable por haber conducido, transportado o permitido, el paso de esta embarcación que incumplió con las ordenanzas y normativas internacionales de seguridad para el manejo y traslado de carga peligrosa, establecidas por la Organización Marítima Internacional.

En medio de este proceso, Pablo Martínez, inspector, y Rafael Cigarruista, director de Marina Mercante de la AMP, deberán presentar sus descargos.

Para ilustrar la magnitud del peligro al que estuvieron expuestos nuestro país y el Canal de Panamá, en 2004, la nave M.V. YTHAN, con bandera de las Islas Marshall, explotó y se hundió al norte de Santa Marta, Colombia. Murieron 6 personas de su tripulación, incluidos el capitán y el personal de ingeniería del cuarto de máquinas, debido a que la nave cargaba más de 30,000 toneladas métricas de DRI-B.

Tanto en el caso del YTHAN como en el del Ophelia, la carga de DRI-B era de origen venezolano, tenía destino China, y estaba previsto cruzar el Canal y hacer la travesía sin inertizar la carga.

Los hechos

El 17 de marzo de 2023 la nave MV Ophelia llegó a Panamá proveniente de Trinidad y Tobago. No obstante, el origen de Ophelia era Venezuela. El Ophelia venía cargado con 47 mil toneladas de material DRI- B (hierro obtenido por reducción directa), material altamente peligroso cuando es transportado sin inertizar.

Según las disposiciones internacionales para el manejo de carga peligrosa, consagradas en el Código Marítimo Internacional para Cargas Sólidas a Granel (IMSBC) adoptado por el Comité de Seguridad Marítima de la Organización Marítima Internacional (OMI), antes de transportar este tipo de material se debe inertizar, sin embargo, por razones de seguridad este proceso no se pudo realizar en Venezuela, por lo que el capitán y el armador de la nave se comprometieron en realizar este proceso en Trinidad y Tobago, donde tenían mejores condiciones de seguridad para llevarlo a cabo.

El capitán del Ophelia emprendió hacia Trinidad y Tobago, no obstante, esta parada la usaron únicamente para abastecer de combustible la nave, pues no hicieron la inertización de la carga, a pesar de que había un compromiso escrito previo e incumpliendo las disposiciones de transporte de del Código IMSBC la OMI.

El Ophelia sale de Trinidad y Tobago hacia Panamá, donde pasa sin problemas por el Canal de Panamá, a pesar de estar cargado con material peligroso. La nave pudo cruzar la vía interoceánica solo enviando un correo con una copia de una carta donde se advertía de la carga del buque debía ser inertizada, pero sin solicitar la certificación de que ese proceso se había realizado previo a su llegada a Panamá. Este fue el primer filtro de seguridad que el Ophelia pasó sin ningún problema, aun sin adjuntar la documentación oficial que se requiere en estos casos.

Un día después, el 18 de marzo, Pablo Martínez, inspector de la AMP, realizó la inspección al buque. Tras su revisión se constata que no existe un manifiesto de la carga a bordo del Ophelia por lo que se lleva a cabo una inspección de campo, descubriendo la carga de DRI-B, sin inertizar y para el cual el buque no es apto para transportar, ya que una revisión del Certificado de Cumplimiento de la OR italiana RINA, reveló que el MV Ophelia solo era apto para cargar y transportar carbón y briquetas de carbón color marrón.

Reiteramos que esta nave es de bandera panameña, por lo que el país es el encargado de velar que esta nave cumpla con todos los parámetros de seguridad.

Pero además de transportar carga peligrosa, el Ophelia tenía asuntos legales pendientes, ya que el dueño de la carga, había presentado una acción de secuestro contra el buque, por lo que una vez en suelo panameño, la embarcación fue detenida atendiendo la solicitud de secuestro.

Este secuestro hizo que el Ophelia permaneciera alrededor de tres meses detenida en Panamá, hasta junio de este año, cuando una reclasificación de una OR panameña, con licencia suspendida y con permiso de la AMP, zarpó del istmo cargando las 47 mil toneladas de DRI-B.

Con el permiso de la AMP y una OR local, sin licencia vigente, el Ophelia retomó su ruta hacia China, lo que le permitió navegar cruzando todo el Océano Pacífico sin inertizar la carga a bordo, poniendo una vez más en peligro los mares territoriales panameños e internacionales, la tripulación a bordo y manchando la reputación de la bandera panameña, cuya responsabilidad recae sobre la Dirección de Marina Mercante de la AMP, dirigida por Rafael Cigarruista.

Ante la vista de todos, el Ophelia entró a Panamá sin problemas y salió de la misma manera.

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