Balboa, una estatua para los emprendedores

  • 29/09/2014 02:00
Políticos del siglo anterior determinaron que Vasco Núñez de Balboa sería un heroico personaje histórico

Todo empezó en 1906 cuando Manuel Amador Guerrero fungía como presidente de la recién establecida República de Panamá.

Un grupo de políticos sostenía reuniones casi secretas para elegir, entre algunas figuras históricas, personajes que fortalecieran la frágil identidad nacional.

Los nombres de Justo Arosemena, Tomás Herrera y Vasco Núñez de Balboa fueron los más sonados. Se buscaba un héroe nacional.

¿Pero cuál de ellos podría representar los mejores intereses de Panamá? o ¿cuál de los tres había realizado tantas hazañas como para ganarse el respeto de los nuevos ciudadanos?

Tres años más tarde —el 4 de mayo de 1909— el presidente del consejo de la ciudad de Panamá, Ciro Urriola, envió una carta a Ricardo Alfaro, entonces cónsul panameño en Barcelona, España, en la que le asignaba la misión (extraoficial) de cotizar la creación de una estatua de Vasco Núñez de Balboa, por el afamado escultor español Mariano Benlliure.

UN ‘CABALLERO’ DE JEREZ

Atravesar el inhóspito Darién y divisar un océano entonces desconocido para los hombres y mujeres del viejo mundo era una hazaña que podía capturar el asombro de las masas.

Había un inconveniente: el ‘héroe’ no había nacido en territorio istmeño, sino en una histórica municipalidad española. No obstante, podía, y debía, ser nacionalizado cuanto antes.

El análisis histórico de los panameños Juan Sosa y Enrique Arce, publicado en el libro Historia patria , del año 1911, daría la solución a este aparente inconveniente.

‘Murió Balboa con su prestigio y su juventud y la energía de su espíritu, cualidades que le predestinaron a ser el ejecutor de las más grandes hazañas en el mar que había descubierto’, dice un fragmento del libro que le señala como el hombre que allanó la idea de construir un canal interoceánico atravesando Panamá, como él lo había hecho.

LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS

Fortalecer la identidad nacional no resultaba barato para un gobierno recién nacido, por lo que la ayuda de gobiernos extranjeros sería indispensable para la misión nacionalista de Panamá. La elección del personaje debía tener, entre otras cosas, una sustentación estratégica que permitiera recibir ayuda internacional.

Para esa misión, Vasco Núñez de Balboa era el personaje ideal.

Ya tenia un análisis histórico que le respalda para ganar la simpatía del pueblo panameño y el ser español le convertía en el seguro atractivo para ganar la ayuda económica de la Corona española.

Adelantar esa iniciativa sería la misión del primer periodo de gobierno del doctor Belisario Porras.

La misión comenzó notificando al Rey Alfonso XIII que Panamá había decidido construir un monumento en honor al español Vasco Núñez, Adelantado del Mar del Sur de Carlos V.

La noticia fue acogida con entusiasmo e inmediatamente se estrecharon los lazos diplomáticos entre los dos países. Panamá no tardó en nombrar tres representantes en el reino español para garantizar la ayuda económica necesaria.

Finalmente, se consiguió que la Corona española donará más de la mitad del dinero para finalizar la escultura, a través de una carta en la que se le explicaban al Rey que la inauguración del monumento se retrasaría debido al déficit económico del Estado panameño.

LA INAUGURACIÓN

El tercer y último periodo de gobierno de Belisario Porras fue definitivamente histórico.

No solo lucharía por encontrar los fondos para el monumento, sino que también sería quien lo inaugura.

‘Fue uno de los héroes predilectos de mi adolescencia, desde que conocí sus hazañas y su gran desventura’, confesó el ex presidente durante el discurso inaugural del monumento que tuvo lugar un día como hoy, en 1924.

El evento tuvo como escenario el mismo sitio en el que hoy se yergue la estatua, en la avenida que lleva su nombre, bordeada hoy por la cinta costera. A el acudieron representantes diplomáticos y gran parte de los habitantes de la ciudad capital.

‘Aquí quedarás como una reparación y como un ejemplo de tu raza. Que los jóvenes de mi país aprendan a ser sufridos y emprendedores como tu y surjan y se guarden de la envidia y las bajas pasiones de sus enemigos’, continuó el discurso de Porras, palabras suyas que calaron para siempre en el sentimiento que ha hecho de Balboa y su historia de desventura parte de la indiscutible de la identidad panameña.

La estatua de Vasco Núñez de Balboa es hoy un ícono de la ciudad, y una escultura destacada por conocedores de las artes plásticas como una de las más valiosas del patrimonio artístico de la ciudad de Panamá.

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