Más que buenos deseos para las infancias en Panamá

  • 21/03/2021 00:00
No vale la mirada piadosa ni la falsa inocencia por parte del mundo adulto, la realidad denunciada sobre las infancias en los albergues nos interpela a todos y nos demanda más bien concreciones
Para comenzar...
Más que buenos deseos para las infancias en Panamá

En estos momentos, las familias empobrecidas se debaten entre la pandemia y la reproducción diaria de sus miembros, la infancia de estos sectores ha vuelto a abandonarse, sin darle seguridades básicas para habitar el mundo.

Con la crudeza de las palabras de José Saramago en su famoso texto Ensayo sobre la ceguera cuando comprende que sus ciegos podían pasar sin nombre, pero no podían vivir sin humanidad, concluyo que algo parecido debe ocurrir con la infancia en los albergues en Panamá. Han vivido sin que se conozcan, pero no es posible negarles su humanidad.

Tejiendo prendas para una bebé por nacer, entre hilos de colores y suaves texturas, me cuestioné cómo tejer una trama sobre la urdimbre de la infancia en este país, que se ha hilado en la desprotección y pobreza recurrente. Pensé en una carta de buenos deseos que recogiera 20 años de trabajo de campo con la infancia en Panamá, para que el Estado y la sociedad adulta cumplan su promesa reiterada y largamente postergada de un mundo mejor y posible para los niños de este país.

Intención real

Aquí recurro a Saramago nuevamente cuando en Cuadernos de Lanzarote se pregunta, ¿cómo evitar la ausencia del sentir, la incapacidad de reaccionar, la indiferencia, la alienación? Tal vez escogiendo deliberadamente una de estas situaciones de los niños, una sola, y después, evitando que otras nos distraigan, tenerla siempre allí, ante los ojos impidiéndole que se esconda detrás de cualquier horror, que es la manera mejor de perder la memoria de todas.

Si se trata realmente de proporcionar una realidad distinta para la infancia y en particular para quienes viven en los albergues, es prudente ser eficaces hoy, porque las acciones hasta el momento están ahí para quitarnos las ilusiones.

Cualquiera en este país sabe que la oportunidad de esos niños depende de la discrecionalidad política de las autoridades de turno. La intervención de toda la sociedad sensible y crítica generará nuevas posibilidades de hacer oír las voces de la infancia y quizás ayudar a cambiar los escabrosos caminos en que transita.

Más que buenos deseos

1. Todos los niños en los albergues tienen que contarse, hay que saber quiénes son y dónde están hoy. Se puede recurrir a organizaciones con una trayectoria de trabajo serio y comprometido con la niñez: Instituto para el Desarrollo de la Mujer y la Infancia (Idemi), Centro de Estudios, Promoción y Asistencia Social (Cepas), Casa Esperanza (Panamá, Chiriquí), Organización de Ayuda Integral para el Desarrollo (Odaid), y seguramente otras que no conozco.

2. Los niños residentes de los albergues clausurados deben ser reubicados en instalaciones propicias para una estadía nutricia: sana, limpia y protegida. Para ello, se pueden habilitar centros de capacitación de las distintas entidades, hoteles, guarderías, escuelas que han tenido que cerrar, etc.

3. Todos los niños de los albergues, sin distinción, deben recibir ayuda emocional. Si bien llegaron a esos espacios con traumas acumulados en su corta vida, durante su estancia han padecido o visto muchas cosas que los han afectado aún más, y necesitan apoyo. Se puede convocar a los colegios de sicólogos, siquiatras, trabajadores sociales, redes de violencia, redes de niñez para que asuman esta tarea, y cubrir sus movilizaciones, estadías, materiales, etc.

4. El trabajo sicológico y siquiátrico es a largo plazo y debe ser sostenido, pero es sabido que los traumas se alojan en el cuerpo como nudos que lastiman, y para los que las prácticas corporales pueden ayudar incluso a sanar, sin hablar de ellos. Se pueden utilizar las herramientas de Capacitar Panamá con una experiencia probada en trabajo corporal para sanar traumas y experiencias difíciles. El trabajo de la Red de cuentistas de Panamá para que a través de los cuentos los niños puedan expresar sus temores, su angustia y encontrar calma frente a lo que están viviendo. De igual manera, el bibliobús de la Biblioteca Nacional ofrece un espacio grato de contención para atender a los niños con estrategias terapéuticas urgentes y no exponerlos a hospitales o juzgados en los que han estado y no han recibido ayuda.

5. El personal de los albergues requiere ayuda inmediata, en especial trabajadoras sociales y cuidadoras. Estoy segura de que muchas de ellas han tratado a diario de aligerar las dificultades de los niños, también han pagado un alto precio por sus denuncias, por defenderlos, y estar allí para ellos, mientras la sociedad duerme. Se puede utilizar la Red de trabajadoras sociales para el abordaje en las diferentes provincias.

6. La cooperación internacional, puedo mencionar agencias como Unicef, OIT, PNUD, que disponen de diagnósticos y evaluaciones de proyectos sobre la infancia y adolescencia. Como no hay tiempo para nuevos diagnósticos, pueden aportar sistematizaciones de los resultados y proporcionar un panorama relativo a varios años que facilite la toma de decisiones hoy.

Concreciones

No vale la mirada piadosa ni la falsa inocencia por parte del mundo adulto, la realidad denunciada sobre la infancia en los albergues nos interpela a todos y nos demanda más bien concreciones. Y no excluyo el deseo de ver comedores para familias empobrecidas, promoción de la salud para todos, la vivienda digna, la educación, el trabajo para los papás y las mamás, la información, el esparcimiento que dé posibilidades de ciudadanía al mundo infantil, pero ahora pesan otras urgencias.

La autora es antropóloga social con estudios de maestría en diseño industrial, materiales y procesos textiles.

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MISIÓN Y VISIÓN

Pensamiento Social (Pesoc) está conformado por un grupo de profesionales de las ciencias sociales que, a través de sus aportes, buscan impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de estas disciplinas.

Su propósito es presentar a la población temas de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.

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