Cuatro de los cinco jueces de la sala hallaron culpable al líder ultraderechista y a siete de sus aliados, entre ellos exministros de su Gobierno (2019-2022)...
Buhoneros en la ciudad: el dilema entre sustento familiar y ordenamiento de espacios públicos

- 14/09/2025 13:42
La ocupación de espacios públicos por buhoneros en Panamá ha generado un debate que combina legalidad, orden urbano y la necesidad de supervivencia de quienes dependen del comercio informal para sostener a sus familias.
Recientemente, la Alcaldía de Panamá decidió suspender los desalojos en estaciones del Metro y establecer una mesa de diálogo con los vendedores, MiBus, el diputado Raphael Buchanan del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y representantes municipales, con el objetivo de analizar alternativas que permitan soluciones sostenibles.
Pero para los buhoneros, el comercio informal no es una elección, sino un medio de vida indispensable.
“Yo tengo hijos, mi esposa, y de esto sale nuestro sustento. Si nos sacan de aquí, ¿cómo quedamos? No hay empleo, no hay otra opción. Esperamos que la Alcaldía actúe a favor del pueblo”, señaló un joven microempresario, con más de ocho años dedicados a la buhonería, a La Estrella de Panamá.
Este mismo vendedor también expresó estar dispuesto a una reubicación, que el Municipio ofrezca cubículos que puedan pagar e incluso colaborar con la mano de obra de espacios, todo para no perder su única forma de llevar comida a casa.

Este diálogo surge luego de meses de desalojos en estaciones del Metro, incluyendo la 24 de diciembre, Tocumen, 5 de Mayo y 3 de Noviembre.
Si bien los vendedores han sido trasladados a veredas o mercados asignados, muchos han enfrentado dificultades para generar ingresos suficientes, provocando tensiones con peatones y complicaciones para mantener su sustento diario.
El Mercado de Artesanías de la 5 de Mayo es un ejemplo claro de la complejidad de la situación.
Tras su reubicación detrás de la Casa Miller, los comerciantes se encuentran con casetas que lucen abandonadas, pasillos vacíos y ventas mínimas, situación que expuso La Decana en su reportaje ‘Un mercado sin compradores: la lucha diaria de los artesanos de la 5 de Mayo’, publicado el 15 de febrero de este año.
“Antes vendía un poco mejor en Calidonia. Ahora dependo de mi hijo para la compra de mercancía y apenas consigo para el pasaje. Aquí no se mueve casi nada y nadie nos protege de la competencia desleal en la calle”, dijo en esa ocasión, Idalis de Montilla, vendedora con más de 17 años de experiencia.
Muchos buhoneros se han visto obligados a mantener puestos en las calles cercanas a las estaciones del Metro, pese a que estas áreas deberían permanecer libres para el tránsito de los usuarios, generando roces con la ciudadanía.
La situación evidencia la falta de oportunidades formales de empleo y la necesidad de espacios adaptados a las dinámicas del comercio informal.
A pesar de estas dificultades, los buhoneros mantienen la esperanza. Según uno de ellos: “Veo que todo está duro, pero hay esperanza. Se está iniciando un diálogo con la gente del Metro y la Alcaldía para encontrar soluciones. Esperamos algo positivo que nos permita continuar trabajando y sostener a nuestras familias”.
Por su parte, la Alcaldía de Panamá expresó a La Estrella de Panamá que la mesa de trabajo busca escuchar las necesidades y problemáticas de los buhoneros, analizar alternativas y mejorar la circulación de personas en mercados como El Cruce, para aumentar las ventas.
“Una vez la mesa esté trabajando, podremos informar sobre las soluciones o alternativas a las que lleguemos”, señaló Lorena Lay, secretaria general de la Alcaldía.

Los comerciantes informales también destacan el papel de las mujeres y los jóvenes como pilares para el futuro del sector.
Muchos jóvenes encuentran en el comercio informal una oportunidad para aprender gestión empresarial, desarrollar autonomía y contribuir al sustento familiar, mientras las mujeres se integran cada vez más en la venta de productos y artesanías, fortaleciendo la economía doméstica.
Sin embargo, el dilema continúa: mientras los espacios públicos deben garantizar seguridad y tránsito libre, miles de panameños dependen del comercio informal como única fuente de ingreso.