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- 25/02/2012 01:00
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VERAGUAS. No se sabe cuándo inició la devoción al milagroso santo que todos llaman ‘el Nazareno’. Lo cierto es que la historia habla que desde el año 1730 el humilde poblado era visitado por los fieles creyentes de diferentes lugares de Veraguas y Panamá.
Con el paso del tiempo este fervor no disminuye; al contrario, cada día son más los peregrinos y es así que cada año el distrito de Atalaya, en Veraguas, recibe a más de 200 mil creyentes quienes llegan a la Basílica Menor San Miguel Arcángel, morada del Nazareno, haciendo largas caminatas para pagarle favores o hacerle nuevas peticiones.
LOS MOTIVOS DE LA FE
La fe en el Jesús Nazareno de Atalaya es muy grande, tal y como lo cuenta Cristóbal Pimentel, un herrerano de 52 años de edad, quien lleva siete años caminando desde la entrada de San Antonio, en la ciudad de Santiago.
‘Mi manda se debe a que tenía problemas mentales y mi esposa le prometió al Nazareno que mientras me quedara vida yo caminaría con hábito morado... y es así que por siete años hemos venido hasta aquí a dar gracias por el milagro, pues estoy curado’, expresó Cristóbal.
Manuel Lara, de la provincia de Los Santos, dejó saber que es un fiel creyente y que cada año llega a la Atalaya para dar gracias al santo por todo lo que le ha dado y que este año tiene un motivo mayor, pues fue operado de la vesícula y gracias al Nazareno está como si nada y solo tiene 20 días que le hicieron la intervención quirúrgica.
La fe que se profesa a la imagen del Nazareno no tiene fronteras, para esta fecha iniciada la Cuaresma, el distrito de Atalaya es visitado por panameños de las nueve provincias y también turistas de otros países que llegan por la curiosidad y se van maravillados de tanta fe en el milagroso santo.
‘Desde que tenía siete años, recuerdo que viajábamos desde Ocú a profesar nuestra fe al Nazareno, y siempre pedimos salud y paz para nuestro país; pero esta vez vine con mi madre para pedirle al Cristo salud para ella, ya que está en silla de ruedas’, compartió Aura Cruz.
HAY QUE VIVIR LA REALIDAD
Para monseñor Óscar Mario Brown, obispo de la diócesis de Veraguas, la fe que se le profesa al Jesús Nazareno de Atalaya es buena, pero insiste en que la penitencia no basta y acota que hay que vivir la realidad de nuestras vidas en un mundo nuevo y más justo; de esta forma —completa— el reto es convertirse y creer en el Evangelio.
‘Hay un giro en la conducta de los panameños, y es que siempre se dice que lo único que se toma en serio es el Carnaval, pero eso está cambiando, ya que aun en Carnaval tenemos fieles que llegan a la Atalaya para ver al Nazareno y otros realizan retiros religiosos; en esto se ve que las personas están adquiriendo compromisos más serios en lo que corresponde a la religión’, dijo Brown.
PROGRAMA FINAL
A la celebración de la Santa Misa mañana en Atalaya están invitados: monseñor José Domingo Ulloa (arzobispo de Panamá), monseñor José Dimas Cedeño (arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Panamá), monseñor Óscar Mario Brown, obispo de la Diócesis de Veraguas, monseñor Andrés Carrascosa Coso, (nuncio apostólico en Panamá), monseñor Aníbal Saldaña (obispo de la Prelatura de Bocas del Toro), entre otros obispos y sacerdotes de otras diócesis de Panamá.