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- 30/08/2008 02:00
- 30/08/2008 02:00
CHIRIQUÍ. El tema de las hidroeléctricas ha estado en la palestra pública en los últimos meses en la provincia de Chiriquí. El principal obstáculo para el desarrollo de estos proyectos ha sido la férrea oposición que han mostrado los grupos ambientalistas, quienes señalan estar dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para impedir que los mismos se lleven a cabo.
Cierre de calles, mítines, foros, y marchas, son parte de las acciones adoptadas.
Pero, en medio de promotores y ecologistas, se encuentra la Autoridad Nacional del Ambiente, que constantemente ha recibido críticas de ambas partes.
De acuerdo a la ANAM, actualmente hay siete proyectos hidroeléctricos aprobados, 18 se encuentran en evaluación y uno ha sido rechazado.
Estos números no coinciden con los suministrados por Ezequiel Miranda, presidente de la Asociación para la Conservación de la Biosfera, quien asegura que la información que ellos manejan, da cuenta que en la provincia de Chiriquí, se pretenden llevar a cabo más de 80 proyectos.
Los ríos Chiriquí, Caldera, río Chico y Chiriquí Viejo, son los afluentes donde se tiene previsto construir el mayor número de hidroeléctricas.
La oposición a la generación eléctrica , se ha dejado sentir en diversos puntos de la provincia. Sin embargo, se ha percibido con más fuerza en el distrito de Boquete, donde no sólo se ha sumado los miembros de la sociedad civil, sino también el alcalde y los concejales, quienes han emitido un acuerdo donde declaran al río Caldera patrimonio natural e hidrológico y donde se oponen a la construcción de hidroeléctricas.
Gloria Gómez, representante del corregimiento de Los Naranjos, sostiene que no se puede permitir que el río Caldera, se continúe explotando de esa manera.
“El río Caldera ha dado bastante al país y nosotros como autoridad debemos protegerlo y pensar en nuestra población”, indicó.
Por su parte Silvia González, profesora de recursos naturales de la Universidad Autónoma de Chiriquí, sostiene que “algunos proyectos que están en construcción, contradictoriamente los han iniciado con la tala de árboles”, que a la postre ocasionan la sequía de los ríos.
La oposición no es total
A pesar de la lucha de los ambientalistas de concienciar a las personas de las desventajas de las hidroeléctricas, hay quienes si están de acuerdo con esta posición.
Así lo dejaron ver las comunidades del distrito de Bugaba, en Chiriquí, donde esperan la aprobación por parte de la Asociación Nacional del Ambiente del proyecto energético San Andrés II, que será construido sobre el río Gariché, que según se plantea, generará más de 400 empleos directos y realizará importantes obras sociales en la región chiricana.
Manuel Alcides Caballero, uno de los moradores de la comunidad, dijo que “la llegada de la hidroeléctrica ofrecerá a la juventud del área soluciones laborales”, así como también la capacitación de su población en distintos programas de desarrollo y es por eso es que la gente apoya la obra, señaló.