‘Fulo’ Murgas: ‘El Guerrillero Solitario’

Actualizado
  • 06/04/2014 03:00
Creado
  • 06/04/2014 03:00
Rodolfo Murgas tuvo una vida corta, pero intensa. Se alzó el 3 de abril de 1959 en las montañas de Santa Fe de Veraguas.

En el alzamiento revolucionario de 1959 en Cerro Tute, un grupo de jóvenes quisieron dar un aldabonazo a la conciencia nacional, destaca la figura de Rodolfo ‘Fulo’ Murgas Torrazza, quien se une a los insurgentes a los 17 años de edad. (¿Qué ocurrió el 3 de abril de 1959 en el Cerro Tute?).

Álvaro Menéndez Franco señala que Murgas Torrazza ‘fue un héroe de muchas facetas. Fundió su clara inteligencia con el valor físico. En esta maceración de ideas brillantes y de conductas irreprochables sus pasos lo llevaron a la algarada armada de Cerro Tute. Un mal prematuro lo llevó a la tumba mezclando el cobre del valor con el oro del talento’. La temprana inquietud revolucionaria de Fulo Murgas explica por qué Polidoro Pinzón lo incorporó al grupo que quiso asaltar por sorpresa al amanecer.

LA SALIDA

Empiezan la marcha la noche del 3 de abril para alcanzar la sierra en penosa caminata, en tanto que no habían entrenado lo suficiente. Fijan campamento provisional reconociendo el área. Los guerrilleros deciden jerarquizar la guerrilla estableciendo los rangos y para Comandante en Jefe se propone al arquitecto Samuel Gutiérrez, quien se había destacado en las luchas estudiantiles. Murgas propone acaloradamente a Rodrigo Pinzón y se elige a Gutiérrez. Aquí se pone de manifiesto una de las cualidades de Fulo Murgas: el ser contestatario, lo cual incidirá en su conducta como combatiente.

Cuentan que Rodolfo fue monaguillo. El sacerdote le instruía que, cuando pasaran difuntos pobres frente a la iglesia, quienes no tenían derecho a la pompa del templo, como no la tuvo Jesús de Nazaret, sonaran las campanas tres veces. Pero cuando los difuntos fueran importantes, las campanas se arrebataran en un toque infinito. Para sorpresa y protesta del cura, Rodolfo hace lo contrario. A la postre el monaguillo, para tristeza de su abuela, dejó los hábitos.

La moral era alta, mas al Comandante Rodrigo Pinzón le preocupaba que no hubieran hecho contacto con Polidoro Pinzón, quien ya debía estar con el grupo y el 5 de abril tiene un encuentro con un campesino, quien le dice que temprano en la mañana traerá un mensaje. Rodrigo confió porque era un conocido de los Pinzón y, pese a las advertencias de algunos guerrilleros que se trataba de un mensaje fatal, decide bajar junto a uno de los más disciplinados y entrenados combatientes: Eduardo Santos Blanco.

EL MENSAJE FATAL

Rodrigo Pinzón y Santos Blanco bajan a encontrarse con el mensajero. Eran las cinco o seis de la mañana cuando, traicionados los guerrilleros, súbitamente se encuentran con las tropas comandadas por el Teniente Omar Torrijos Herrera, y en un acto de audacia y heroísmo son ellos los que emboscan a los efectivos militares, iniciándose un intercambio de disparos. La Guardia Nacional con un mayor poder de fuego, superioridad numérica y la delación de un cholo, fueron factores que conducen al fatal desenlace y a ser primera plana del diario El País de 1959.

El resto de guerrilleros no estaban seguros de lo que pasaba y Rodolfo Murgas le exigió al Comandante Samuel Gutiérrez mandar en ayuda de los combatientes, al grupo que tenía armas. ¡De la orden! ¡Apúrese comandante! César Manfredo se une al pedido de Murgas. Los Comandantes empiezan a bajar y el Guerrillero Solitario encontró un arma e intenta incorporarse a los Comandantes y los encuentra nuevamente deliberando si bajar o no y decidieron por razones tácticas propias de la lucha de guerrillas no arriesgar al resto de guerrilleros en un desigual combate, máxime si habían perdido el factor sorpresa. Solo el Comandante Rosemberg Valero señaló que había que bajar.

La dirección colegida de la guerrilla, luego del primer combate, decide suspender el alzamiento por la carestía de armas, la muerte de Rodrigo Pinzón y el que Polidoro Pinzón no había hecho contacto con el grupo. Los hermanos Pinzón eran los que conocían la montaña.

Se opta bajar rumbo a la clandestinidad y al exilio.

FIEL A LA CAUSA

Murgas vuelve a disentir y suelta inútilmente argumentos para seguir con la lucha. Desanimado y con la esperanza de encontrarse a Polidoro o que Rodrigo Pinzón y Santos Blanco no hayan muerto, se queda solo en la montaña. Efebo Díaz, en su novela ‘Las insurgencias del Arcoiris’ lo denomina ‘El Guerrillero Solitario’.

Después de caminar varios días, cansado y hambreado, encuentra un rancho y empieza a cocinar unos porotos.

Carlos Iván Zúñiga comenta la captura destacando la serenidad y aplomo de Rodolfo Murgas, factor importante para evitar que lo ejecutaran. Dice Zúñiga: ‘Hay que recordar simplemente su captura en Cerro Tute. De pronto Murgas se encuentra rodeado por tropas. Él, solo en un rancho, haciéndose la comida. Cuando ya iban a dispararle dice jovialmente: ‘Han llegado justo a la hora del guacho’. Esa actitud desarticuló y desarmó a sus adversarios.’ Al mando de la tropa está el teniente Virgilio ‘Tarito’ Guerrero, quien reconoce que se trata del hijo de Rafael ‘Pito’ Murgas, figura pública prominente en Veraguas, le da garantías al detenido de respeto a su vida y que no será maltratado.

Boris Martínez solicita al guerrillero para interrogarlo lo cual fue rechazado por Guerrero contestando ‘ya fue interrogado’. Martínez llega, le da una patada en los testículos a Murgas e intenta ejecutarlo interponiéndose Guerrero y en tono militar expresa: ‘Este es mi prisionero’. Esa noche, el militar de honor duerme espalda con espalda con el prisionero para protegerlo. Al día siguiente es trasladado a Panamá y, al ser el primer rebelde capturado, se convierte en vocero del MAR (Movimiento de Acción Revolucionaria), fustigando a los gobernantes de turno. Recluido en la Cárcel Modelo, por la presión pública, es trasladado al Tutelar de Menores. Su padre asume la defensa en la audiencia, renuncia a alegatos y sólo aprovecha el período de pruebas y presenta a la Juez el boletín de calificaciones de Rodolfo que demuestra que es un estudiante de primer puesto. Se le otorga la libertad y termina estudios en el Félix Olivares porque la temible Berta Arango lo expulsó de la Normal y Carlos Sucre, Ministro de Educación, injustamente lo despoja de una beca que obtuvo por méritos. Finalmente Murgas se gradúa.

LA VIDA DESPUÉS DE TUTE

En 1960 viaja a la China y se entrevista con Mao Tsé- Tung. Luego viaja a la URSS a estudiar, pero regresa a Panamá. Humberto Villasmil, destacado intelectual venezolano y laboralista internacional, ha señalado: ‘¿Qué documentación puede conservarse del paso de Fulo por la URSS? ¿Pudo haber existido una ruptura o un desencanto en la idea y en el ánimo de un jovencísimo idealista panameño ante la realidad que pudo ver tan de cerca?, o todo lo contrario’.

A su regreso de la URSS Fulo Murgas no participa de actividad política ni conspirativa. Ingresa a la Universidad, pero es con frecuencia arrestado. Regresa a Santiago y obtiene un puesto de maestro en la serranía que tiene que abandonar por su enfermedad. Se dedica a escribir esporádicamente en la prensa nacional y constantemente alterna con la intelectualidad panameña. Muchos escritores se interesaban en que Murgas prologara sus obras.

LA CONVERSACIÓN SECRETA

Su padre fue gobernador de Veraguas y en una ocasión en que el general Omar Torrijos Herrera visitaba la residencia de la familia Murgas, Torrijos entró y preguntó por el gobernador Murgas. Rodolfo le responde: ‘¿A quién anuncio?’. Sorprendido, el militar contestó ‘al General Torrijos’. Entre ellos hubo un diálogo que se lo llevó a la tumba. Rodolfo muere en 1985 y sus restos reposan en el Cementerio Amador en el cual Genaro López ha rendido homenaje junto a Blanco y a Girón.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus