Gracias, Tokio

Actualizado
  • 26/08/2021 00:00
Creado
  • 26/08/2021 00:00
La celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio debió ser del 24 de julio al 9 de agosto de 2020, sin embargo, la pandemia por covid-19 sometió a la humanidad a un proceso de incertidumbre, enfermedad y muerte desde marzo de ese mismo año.

La celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio debió ser del 24 de julio al 9 de agosto de 2020, sin embargo, la pandemia por covid-19 sometió a la humanidad a un proceso de incertidumbre, enfermedad y muerte desde marzo de ese mismo año.

La cancelación de actividades cotidianas fue dando paso a una nueva etapa que se convirtió en un hito para todas las naciones. Los gobernantes tuvieron que prepararse para una situación extraordinaria en todos los sentidos, a darle prioridad a la salud de la humanidad, activando planes de emergencia y generando nuevas reglas para las actividades, que aún son supervisadas, día a día, dependiendo del grado de contagio por covid-19.

No obstante, y en contra de quienes no valoran la actividad física deportiva como una necesidad fundamental del ser humano, Japón preparó el escenario para recibir a 205 países, incluyendo la selección de refugiados y a 11,326 atletas, considerando 339 eventos deportivos, en 33 disciplinas del 23 de julio al 8 de agosto de 2021.

La experiencia de los 16 días de competencia para los atletas, y sobre todo para el mundo, nos ha dejado grandes enseñanzas:

La gran importancia que tiene la salud mental en todas las actividades que realizamos. Aunque las personas se “vean bien”, “saludables”, “realizadas” o “felices”, cada una tiene trabajo emocional por desarrollar; ya sea para manejar la presión, el estrés, la ansiedad, enfrentar retos, confrontar temores o alcanzar metas, porque de lo contrario las emociones y los miedos gobiernan al ser y lo incapacitan para continuar, a pesar de las fortalezas corporales.

El deporte, para quienes lo practican o para la afición, motiva, entusiasma, alegra, enorgullece, da esperanza, despierta el sentimiento de no sentirse solo en el esfuerzo, muestra que nunca es tarde para hacerlo y sobre todo, permite el desarrollo de la empatía, haciendo que su felicidad también sea mía.

La disciplina que promueve el deporte ha mantenido a los atletas innovando en su preparación física y psicológica, pese a que la pandemia afectó a todos los sectores de la humanidad.

Los valores que se desarrollan en el entrenamiento deportivo motivan a cada atleta para ser mejor cada día, y a reconocer el esfuerzo de los adversarios, porque sin ellos nunca nos exigiríamos más.

Cada marca que fue superada en los juegos olímpicos, ya fuese personal, nacional, olímpica o mundial, nos muestra que somos capaces de ser mejores a pesar de las circunstancias.

Se habían suspendido los juegos en sesiones anteriores por conflictos bélicos entre países, y en esta ocasión fue por una guerra de la humanidad contra un virus, lo que nos enseña la importancia de caminar juntos como ciudadanos del mundo, porque lo que le pasa a uno, nos pasa a todos.

El respeto a las medidas de bioseguridad en tiempo de pandemia por covid-19 nos da la oportunidad de la convivencia presencial e innovar en estrategias para sentirnos cerca, aun cuando exista la distancia física.

Las emociones expresadas por los atletas, aquellos que dieron todo y no fue suficiente para una medalla, los que se lesionaron, los que cayeron y se volvieron a levantar, los que terminaron sus competencias a pesar de estar en el último lugar; nos enseñan a cumplir nuestros objetivos, porque el reto es ser mejor cada día.

Sin duda seguiremos teniendo problemas de todo tipo, pero cada atleta, cada evento de esta justa olímpica nos propone un escenario de esperanza para enfrentar esta pandemia.

Docente de la UDELAS
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