Para ganar, hay que hacer ‘clic’

PANAMÁ. Quien resulte electo rector de la Universidad de Panamá, el próximo año necesita algo más que un sincero deseo de establecer el academicismo como la premisa central de su trabajo.

Sin una fuerte dosis de ‘trabajo político’, y una relación ‘fluida’ con el gobierno, el nuevo rector tendrá cinco años de gestión muy difíciles.

¿CONECTADO?

Tres de los cuatro aspirantes a regir la llamada Casa de Méndez Pereira objetan el cambio legal que permita la nueva aspiración de las actuales autoridades universitarias.

Julio Berrío, Dorindo Cortez y Eduardo Flores se alinean contra el actual rector, Gustavo García de Paredes, a quien las tres principales agrupaciones docentes, la Asociación de Empleados y los más influyentes grupos políticos estudiantiles le han dado el visto bueno para buscar la reeleción.

¿Será que es el único con el preciso equilibrio para moverse entre el gobierno y los universitarios?

García de Paredes tiene un importante aval. Uno de sus ex alumnos es ahora el presidente de la República. Y no es sorpresa, pues el mandatario ya lo invitó a un encuentro de la promoción de 1969 del colegio La Salle.

En plena campaña electoral, García de Paredes bautizó la biblioteca de la Facultad de Odontología con el nombre del padre del presidente; y hace una semana, estuvo nuevamente en Palacio, para gestionar la venta de terrenos de la Universidad de Panamá a la empresa Tocumen S.A., para ampliar la terminal aérea. Son 109 millones de dólares moviéndose en esta transacción.

Esto sucede días antes del referendo, que es hoy.

LA MOVIDA MÁS DIFÍCIL

Lograr que hoy miércoles se establezca un cambio al artículo 34 de la Ley 24 de 2005 luce muy al alcance del rector, aún cuando ha tenido que lidiar con el trío de docentes opuesto a la intención reelecionista.

Si ese cambio es aprobado hoy, el paso siguiente es llevar la iniciativa a la Asamblea Nacional... y es aquí donde comienza una verdadera escaramuza.

En la política panameña, ‘reelección’ es una mala palabra cuando hablas de la Presidencia de la República, más no para el resto de los cargos de elección popular. ¿Por qué, entonces, adversar que García de Paredes esté por períodos adicionales al frente de la casa de Méndez Pereira?

‘En 2005 se estableció un compromiso de que los actuales dirigentes universitarios no podrían optar nuevamente por el cargo hasta por los próximos dos períodos. Fue un acuerdo que el mismo García de Paredes avaló; su intención ahora es movida por sus intereses y los de otros que quieren mantener prebendas a través del poder de los cargos’, apuntó el profesor Cortez, quien siendo diputado, promovió la iniciativa hace cuatro años.

En la acera de enfrente, Damián Espino, de la ASEUPA, estima que darle continuidad ‘a una buena gestión’ como la de García de Paredes ‘asegura que los proyectos que se tienen para el próximo quinquenio se cumplan a cabalidad’.

Los universitarios pretenden jugar su póker con una primera carta fuerte, en su propio escenario.

Las siguientes se mostrarán, en caso de que decidan un cambio que permita la reelección de Gustavo García de Paredes y el resto de las autoridades universitarias, en un juego que se trasladará a la esfera legislativa.