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- 06/01/2014 01:00
CAPIRA. Lo prometido es deuda, ese fue el pensamiento de Gustavo Gutiérrez quien desde niño se trazó la meta de llevar un poquito de la Navidad a aquellos niños que no tienen nada.
Desde diciembre del año 1979, este panameño lleva 34 años realizando fiestas de navidad en todas partes del país, tomando en cuenta a los más necesitados y tratando de que cada niño reciba un estímulo y motivación para continuar la vida sin importar los tiempos difíciles.
Con una fiesta sencilla, juegos, piñatas, ropa, regalos y refrescos, Gutiérrez ha llevado momentos de felicidad a sitios donde existe la marginación, faltándole solo por recorrer una parte de la provincia de Chiriquí, Bocas del Toro, parte de Los Santos y Darién.
Gutiérrez indica que años atrás recibía el apoyo de varios comerciantes, pero con el tiempo todo fue cambiando, pues desde hace unos años solo unas cinco personas le ayudan a conseguir los regalos y todo lo que conlleva la movilización hacia las áreas seleccionadas.
‘Esto no tiene nada que ver con la política, para mí no existe un interés, solo la motivación de que esos chiquitos disfruten la Navidad y el Día de Reyes Magos, para que no caigan en los malos hábitos, pues la vida es bonita, siempre y cuando exista el amor hacia Dios’, dijo Gutiérrez.
Cada año, alrededor de 500 niños son agasajados, en esta ocasión debido a la falta de un transporte, el Yoga, —como también se le conoce a Gustavo por ser maestro en este arte— tuvo que acudir a un área más cercana.
Fueron los niños de la comunidad de Trinidad Arriba, en el distrito de Capira los afortunados, llegaban de todas partes cercanas al río Trinidad a participar de la fiesta.
Sol Ávila, junto a otra familia residente en La Chorrera, fueron los que ayudaron a Gustavo a organizar la fiesta en la que participaron niños con edades de 5 a 10 años.