El Topón de La Pintada, una fiesta única en el país

COCLÉ. La única fiesta religiosa sencilla y netamente campesina que se celebra el 25 de diciembre en plena Navidad en todo el país es El...

COCLÉ. La única fiesta religiosa sencilla y netamente campesina que se celebra el 25 de diciembre en plena Navidad en todo el país es El Topón de La Pintada, en la provincia de Coclé.

Se trata de una ceremonia de más de un siglo cuya expresión ha llamado siempre la atención por lo que representa para el campesinado —mayoritario— de este distrito coclesano.

Desde la dimensión de la religiosidad, El Topón es la búsqueda permanente de un encuentro de Dios y el hombre, pues la vida de los seres vivos racionales e irracionales es toparse, interrelacionarse en la vida cotidiana y ello conlleva compartir lo bueno, el trato espiritual por el bien.

En el pequeño pueblo interiorano de La Pintada, esta fecha es una de las más importantes del calendario de eventos populares.

TRADICIÓN

La espera por la llegada a la plaza de La Cruz de las dos imágenes, una virgencita que representa sobre sillitas de madera adornadas de flores del campo a la Virgen María, y otra al niño Jesús, ambos ataviados con un sombrero típico de la región, mantiene emocionados a niños y adultos. Y así ha sido así por generaciones.

Este año, detalló Gladys Sánchez de Villarreta, presidenta del Barrio La Cruz, el ambiente nocturno previo al momento de El Topón entre la madre y el niño Jesús será de alegría con la participación de dos conjuntos típicos, uno de El Copé y otro de Piedras Gordas.

Los coros religiosos de Natá y de Penonomé también acompañarán.

PRESENTACIÓN ESPECIAL

Los niños de la primera comunión llevarán al escenario una pieza de teatro de Navidad o Pastorela, que es la representación del nacimiento del niño Dios denominado La Estrella de Belén.

La plaza es adornada con luces, flores y una vez lleguen ‘los santitos’ con su música de violines, o cánticos navideños, sobre los hombros de los mayordomos, encargados de hacer el peregrinaje por las comunidades campesinas, meses antes ofreciendo las bendiciones o recibiendo las promesas de fe o agradecimiento por los favores recibidos, se concelebrará la misa, oficiada por el obispo de Coclé, Uriah Ashley, y los sacerdotes de la provincia invitados.

Terminada la eucaristía, un masivo recorrido hasta la parroquia Nuestra Señora de La Candelaria acompañará las imágenes que se dejan en el templo hasta el próximo año.

En el pueblo, continúan bailes y celebraciones populares.

Los pintadeños recuerdan viejos tiempos de esta hermosa tradición.

Juana García Jiménez dijo con emoción que cuando tenía 10 años, ‘me gustaba la fiesta, el baile; el Niño Dios se hospedaba en Llano Grande una noche antes y eso era fiesta grande’.

Cuando le tocaba venir para La Pintada, que era El Topón, ‘venía la procesión, pero era bastante gente, de todas partes. Ese topón era una alegría, ahora no lo celebran como antes’.

Por su parte, Leonel Fernández recuerda que de niño, la noche del día para esa fecha, la mayoría de los niños acostumbraran recortar las hojas de las pencas de las palmas para hacer los pitos que el Monseñor López pedía que sonaran en la misa del nacimiento del Niño Dios y el día del Topón, esto era para hacer sentir la alegría de la fecha.

Santo González dijo que conoció la multitud de campesinos que se dispersaban por las casas y lugares que las familias del pueblo disponían para que cuando dos o tres días antes llegaran los visitantes pudieran alojarse o ubicarse.

Allí, cocinaban y convivían hasta la llegada del Topón.

‘Era una fiesta que pese al pueblo pequeño, arrastraba gente’, sostuvo González. Era muy participativa. Ahora ha disminuido un poco la presencia masiva, lamenta.

El paseo de casa en casa durante el día 25 de diciembre del Niño Dios y la Virgen eran todo un acontecimiento. Los vecinos podría estar enojados, pero tenían la responsabilidad de llevar a la residencia de al lado al santito, que visitaba los hogares en cadena. Una taza de café o un jugo de naranja eran parte del brindis en esta pintoresca comunidad coclesana.

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