Voces a favor de la pena de muerte en Panamá

Martín Domínguez es un panameño que para ganarse la vida tiene que alquilar el celular en el Súper Xtra de Ojo de Agua, de San Miguelito.

Martín Domínguez es un panameño que para ganarse la vida tiene que alquilar el celular en el Súper Xtra de Ojo de Agua, de San Miguelito.

Pero no es lo más difícil de cómo buscar qué comer, sino que debe hacerlo en silla de ruedas con todas las incomodidades para desplazarse. Lo sabe perfectamente cada vez que debe ir a casa en el sector de Santa Marta.

Con su mirada perdida, La Estrella.com.pa lo encontró en un grupo de personas que clamaban la aprobación de la pena de muerte en Panamá a los diputados de la Asamblea Nacional.

Él tiene 48 años de edad y recuerda que era una persona muy activa en la sociedad, un trabajador de la pintura automotriz.

La vida le sonreía; sin embargo, hace 14 años unos menores despiadadamente le dispararon por la espalda y perdió la movilidad de sus piernas. Ese dia querían matarlo llegando a su morada. Estuvo hospitalizado. De un hombre que caminaba, ahora depende de las ruedas de una silla de metal.

"A él que mata hay que matarlo", dice Martín, quien se salvó de ese balazo.

La pena de muerte es su consigna en medio de su dolor por haberse quedado sin trabajo, sin pensión, sin el amor de su hijo y apartado.

"Apoyo la propuesta de Marco González porque de alguna manera hay que parar esta ola de violencia", agrega.

El pasado 27 de julio, el diputado González, un transportista que se afilió al partido gobernante Cambio Democrático (CD) y ganó la diputación por San Miguelito, presentó la propuesta de pena de muerte ante el pleno legislativo.

Aunque en su bancada, diputados como Marylín Vallarino no lo apoyan, ha emprendido un camino para ver el documento convertido en Ley de la República: reuniones con diputados y llevar la propuesta a la Comisión Especial para reformas a la Constitución, tal como hizo este miércoles 3 de agosto.

La iglesia y grupos de la sociedad civil están escandalizados con el proyecto, pero el también primer vicepresidente del Legislativo asegura tener los votos: "alguien tiene que parar lo que está ocurriendo".

Aún el proyecto no ha sido prohijado por los diputados; no obstante, el señor Martín quiere que lo aprueben "por el pueblo".

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