¿Quiénes y cómo nos espiaron?

Solo con una plataforma de escuchas y en apenas dos años, el buró de seguridad del gobierno de Ricardo Martinelli consiguió recolectar unos 200 gigabytes de información personal de ciudadanos, a través de operaciones de espionaje que hoy están siendo parcialmente judicializadas.

El trabajo lo lideró por distintas canales un pequeño equipo que hoy divaga entre órdenes judiciales, escondites y el anonimato: Ronny Rodríguez, William Pittí, Ricardo Espinosa y Carlos Arjona. Gustavo Pérez y Alejandro Garuz.

Los exfuncionarios han sido delatados en el desarrollo del proceso que sigue el Ministerio Público por la intervención telefónica de 150 opositores al gobierno de Martinelli, y en la maraña de correos electrónicos de la empresa italiana Hacking Team que fueron filtrados esta semana en el portal de WikiLeaks.

Con Martinelli a cargo, desde el Consejo de Seguridad los espías utilizaron al menos tres sistemas de escuchas, valorados todos en unos $34 millones. Dos israelíes, por unos $33 millones, y otro italiano, adquirido (al cambio de hoy) por unos $830 mil.

Pese a la inversión millonaria, para Hacking Team los espías panameños necesitaban profesionalizarse: en 2013, cuando la oposición empezó a denunciar con contundencia ser víctima de intervenciones telefónicas, el gobierno pagó vía la sociedad Leyte Ltd. unos $22 mil por el pasaje y entrenamiento de dos agentes en Milán, Italia.

Fuentes extraoficiales han contado que se trataba de Espinosa y Arjona, este último por entonces asesor de Tecnología del l Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu), entidad comandada por funcionarios de absoluta confianza del exmandatario Martinelli.

¿Quiénes eran? ¿Cómo escalaron hasta lograr espiar en nombre del presidente?

DE UNA ESQUINA A LA OTRA

Antes del Ifarhu, Arjona pasó antes por el Ministerio de la Presidencia, en el cual laboró hasta julio de 2011, período en el que Martinelli ordenó —según los documentos hackeados a Hacking Team— la compra del sistema de escuchas italiano. En julio, justamente, llegó el software a ‘Casco Viejo', la dirección de entrega que suministró el gobierno.

Una fuente relató a La Estrella de Panamá que el sistema italiano operó, sin embargo, muy poco desde el Consejo de Seguridad. Sin dejar pistas de dónde, explicó que después de infectar un teléfono móvil de cualquier sistema operativo y de cualquiera operadora, éste era capaz de captar en tiempo real lo que hacía la persona espiada con su terminal: qué cliqueaba, qué respondía y a quién. Aun apagado, el aparato también se convertía en un micrófono y en una cámara.

‘Eran laptops', dijo una fuente del Consejo de Seguridad en diciembre del año pasado a este diario que, a cambio del relato, pidió no ser identificada. Incluso, algunas nunca fueron inventariadas como bien del Estado. Aun cuando fueron con fondos públicos que las pagaron.

Estos también eran operados por Ronny Rodríguez y William Pittí, ambos bajo el mando de Gustavo Pérez. Desde despachos en autos se recogía información

Rodríguez llegó al Consejo desde la Policía Nacional, en 2009, con la asunción de Martinelli. En apenas cinco años subió los escalafones que al común de los agentes le tomaría dos décadas.

‘Ronny llegó a Pérez por Juan Moró, que era su jefe de escoltas', reveló a principios de año la diputada perredista Zulay Rodríguez.

DE PODERES Y PELEAS

Pitti, sin embargo, era un analista de sistemas que escaló en la Presidencia. Quedó de segundo en mando del buró de espionaje, sólo después de Rodríguez (según ha establecido el Ministerio Público, los únicos con autorización para entrar al edificio 150 del Consejo de Seguridad, en Quarry Heights, el sitio donde se pinchaban teléfonos).

En los círculos cercanos se especula sobre diferencias entre el personal más cercano a Pérez y ‘los demás', los que nunca trabajaron directamente para el Consejo de Seguridad, que luego quedó en manos de Alejandro Garuz, quien —según declaró ante el Ministerio Público Jaime Agrazal, otro agente del Consejo de Seguridad— ‘también espiaba'.

La tercera en mando, de acuerdo con las investigaciones judiciales, era Carmen Salinas, una funcionaria conocida como ‘La Profe', encargada de compilar la información espiada.

Rodríguez no habría quedado en evidencia si no fuese porque su jefe, Gustavo Pérez, lo delató en enero pasado ante la Fiscalía Auxiliar, que investiga las irregularidades en los pinchazos.

Según él, Rodríguez rompía la línea de mando y reportaba directamente al expresidente Martinelli. Sus abogados lo niegan al asegurar que por cultural policial, un comisionado jamás haría tal cosa.

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GUERRA CIBERNÉTICA

Hacking Team: el cazador ha sido cazado

Domingo por la noche. Los hackeadores son hackeados, y en un mensaje de ‘transparencia' 400 gigabytes de datos ‘confidenciales' cruzados durante un lustro son volcados a la Internet.

El ‘desastre' de Hacking Team, una de las compañías más cuestionadas y robustas de la industria del espionaje, ha develado cómo Panamá, en tiempos de Ricardo Martinelli, operaba su aparato de inteligencia.

En nombre del Ministerio de la Presidencia panameño dos sociedades aceptaron facturas por 750 mil euros (unos $830 mil), por haber proveído el sistema de interceptación de datos y sus respectivas actualizaciones. Fueron tres facturas durante tres años.

Panamá es uno de los seis países latinoamericanos con los que Hacking Team pactó, según demuestran archivos filtrados. En términos globales México fue el que más: unos $6 millones.

El negocio con Panamá se materializó en mayo de 2011, tras una reunión a principios de abril entre Robotec (una de las intermediarias en el negocio) y el expresidente Martinelli. Éste pidió que la plataforma que se le vendiese a Panamá pudiera intervenir en seis sistemas operativos y hasta a 40 personas.

Su secretario privado Adolfo de Obarrio, Carlos Arjona y Ricardo Espinosa probaron, por ejemplo, cómo servía para espiar a usuarios con teléfonos BlackBerry. ¿Con quiénes se aplicó? La duda persiste.

Hacking Team asegura, sin embargo, que pese a la filtración seguirá operando. Pero lo importante es sacudirse no de lo que ya está expuesto en la web sino de las versiones que apuntan a que su sistema tenía una ‘puerta trasera' que les daba acceso a los datos espiados. Eric Rabe, jefe de comunicaciones de la firma, lo niega.

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‘Ronny Rodríguez era el encargado de llevar los informes de las escuchas telefónicas todas las mañanas a la Presidencia de la República',

GUSTAVO PÉREZ,

EXDIRECTOR DEL CONSEJO DE SEGURIDAD Y DE LA POLICÍA NACIONAL

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‘El equipo de escuchas no está perdido, está en la Policía Nacional, pero como ese es un lugar que no se puede allanar, entonces jamás se sabrá la verdad',

RICARDO MARTINELLI,

EXPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

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EN CIFRAS

El Ministerio Público y la Corte investigan los pinchazos ilegales