Jóvenes siguen sin programas de rehabilitación

PANAMÁ.. Un grupo de familiares se apostó este lunes en la mañana en la entrada del Centro de Cumplimiento de Tocumen. Allí encendieron cirios sobre el concreto, llevaron retratos y rezaron por los siete jóvenes atrapados por el fuego hace un año en la celda 6. Las llamitas de las velas eran débiles y quebradizas y se partían con el viento. De los rostros de las familias brotaban lágrimas.

Entre los asistentes a este acto en memoria de los ‘quemados’ estaba Maribel Jaén, de la Comisión de Justicia y Paz, quien también los acompañó durante las cuatro semanas que esperaron la recuperación de los adolescentes en el Hospital Santo Tomás.

CAMBIOS AL SISTEMA PENAL

‘Han sido insuficientes los cambios en esos centros de custodia y cumplimiento. Sigue el hacinamiento, faltan programas de resocialización y el Estado no ha cumplido su deber de brindar atención profesional a los familiares de las víctimas del incendio en el Centro de Cumplimiento de Tocumen para superar el duelo’, cuestiona Jaén.

Para Maribel, todavía las autoridades enfatizan más en la represión que en la prevención. ‘Hay abuso policial en las áreas populares y un perfil racial de la Policía lo que reproduce el círculo de violencia’.

También se pronunció sobre el caso el abogado Pablo Quintero Reyes.

‘La Fiscalía Primera Superior, como la parte acusadora, está atenta para evitar que la Policía dilate el caso. Nueve policías están siendo acusados luego que el perito determinó que la bomba lacrimógena fue la que provocó el incendio’, afirmó el abogado a TVN.

Destacó, además, que la defensa de las unidades policiales quiere desestimar al perito que, a su juicio, es idóneo. El vídeo grabado sobre el incidente es prueba fehaciente de lo sucedido y no ha sido desestimado, pero no se ha podido practicar la prueba de la bomba tipo Ch, dijo Quintero Reyes, abogado de dos de las víctimas.

RECUERDOS VIVOS

Erick Batista, padre de uno de los chicos fallecidos, recuerda que él había hablado por celular el 8 de enero con su hijo, que llevaba el mismo nombre. Siempre lo hacía, asegura. ‘Me dijo que no se bañaba hacía días porque no había agua y que no comía bien porque era mala la comida. Ni siquiera por ser padre nos permitían las visitas’.

Otros familiares aseguraron durante la vigilia: ‘Esos policías quedarán libres como si hubieran quemado perros, no hemos visto que se haya hecho nada en el proceso, pedimos justicia que está lenta, los abogados de los policías están dilatando el caso’.