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Unidad, valor y soberanía: los pilares que exaltó el Dr. Adolfo Ahumada al recordar la gesta de 1903
- 02/11/2025 12:25
Durante el acto conmemorativo del 2 de noviembre, en recuerdo de Manuel Amador Guerrero, primer presidente de la República, el doctor Adolfo Ahumada rindió homenaje a la generación que protagonizó la gesta del 3 de noviembre de 1903, destacando el valor, la visión y la unión de los panameños que hicieron posible el nacimiento de la República.
Ahumada recordó que la separación de Panamá de Colombia fue el resultado de una cadena de acontecimientos históricos, políticos y sociales que convergieron en la creación de un nuevo Estado, reconocido pocos días después en el ámbito internacional.
“Fue la culminación de una serie de hechos entrelazados que dieron por resultado la existencia de una República soberana”, expresó.
El orador destacó la figura de José Agustín Arango, a quien calificó como el principal ideólogo e impulsor del movimiento separatista.
Según explicó, Arango concibió con claridad el proyecto de independencia al prever el rechazo del Tratado del Canal por parte del Congreso colombiano, y decidió actuar en defensa de los intereses del Istmo.
A su lado, añadió Ahumada, participaron figuras como Belisario Arango, Samuel Lewis y el general Esteban Huertas, este último decisivo al brindar su apoyo militar al movimiento y evitar la intervención del ejército colombiano.
Ahumada repasó los momentos clave del proceso independentista, desde las conversaciones iniciales en la Avenida Central hasta la formación de la Junta Provisional de Gobierno, integrada por José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias, que asumió el poder tras la proclamación de la República y gobernó hasta febrero de 1904, cuando Manuel Amador Guerrero se convirtió en el primer presidente constitucional del país.
El orador resaltó también que el movimiento separatista no fue una imposición externa, sino un proceso con participación popular. Recordó que el pueblo capitalino se volcó a las calles de Santa Ana y la Avenida Central, organizándose en batallones para defender la independencia, bajo la dirección del general Huertas.
“El movimiento tuvo un carácter popular y militante; el pueblo recibió las armas y las nuevas consignas: ‘¡Viva la República de Panamá!’ y ‘¡Viva el Partido Liberal!’”, relató.
La bandera recién creada, con sus dos estrellas —una azul por los conservadores y una roja por los liberales—, simbolizaba la reconciliación de las fuerzas políticas que, pese a sus diferencias, compartían el ideal de una nación propia.
En su repaso histórico, Ahumada abordó la firma del Tratado Hay–Bunau Varilla, el 18 de noviembre de 1903, considerado uno de los episodios más polémicos de los inicios republicanos. Subrayó que el tratado fue firmado sin la participación directa de la delegación panameña designada por la Junta, lo que generó críticas por las amplias concesiones otorgadas a los Estados Unidos.
Sin embargo, recordó que los líderes de la época optaron por ratificarlo al considerar que garantizaba la independencia recién obtenida. “Fue una decisión tomada en medio de una encrucijada en la que estaba en juego la supervivencia del nuevo Estado”.
El jurista citó además a Mario Galindo, quien en su ensayo Nuestra separación de Colombia: las dos leyendas y la disyuntiva plantea que la historia de 1903 no debe verse como una creación artificial del imperialismo ni como un acto ingenuo de algunos panameños, sino como una respuesta legítima de una nación que buscaba afirmarse.
En esa línea, Ahumada recordó los esfuerzos de generaciones posteriores que lucharon por una mayor soberanía sobre el Canal, con hitos importantes en 1936, 1955 y, finalmente, en 1977 con la firma de los Tratados Torrijos–Carter, que devolvieron a Panamá el control pleno del Canal.
El doctor Ahumada cerró su intervención subrayando que la principal lección de la gesta separatista de 1903 fue el valor de la unidad nacional.
“La patria une por las grandes causas cómo cuándo los próceres. La unión entre liberales y conservadores dio fundamento a las decisiones que hicieron posible la República”, expresó.
Con un llamado a preservar ese legado de cohesión y sentido patriótico, Ahumada concluyó su discurso exhortando a las nuevas generaciones a conocer, valorar y defender la historia nacional como fuente de identidad y orgullo colectivo.